El nido de la araña

El nido de la araña es un estupendo thriller psicológico que engancha desde el principio y que no podrás dejar de leer hasta su sorprendente final.

Cuando leí Cuídate de mí tuve claro que leería más novelas de María Frisa. Me apetecía volver a encontrarme con la inspectora Lara Samper (Larissa). Pero no es hasta la mitad de la novela que aparecerá para resolver el caso. Ha pasado el tiempo, ya no se encuentra en Zaragoza, pidió un traslado. Ahora está en Madrid y es el año 2013. Esta novela se puede leer perfectamente sin haber leído el anterior.

La novela se divide en dos partes. En la primera conoceremos a la protagonista principal, Catalina Pradal (Katy) y a su hija Zoe de cinco años. Es madre soltera y aunque en otro tiempo le fueron bien las cosas ahora se encuentra sin trabajo desde hace meses. Ya está agotando los ahorros que tenía. Será ella quien nos cuente lo ocurrido en la primera parte. Es algo inestable, tuvo algunos problemas en el pasado y estuvo ingresada en una clínica psiquiátrica cuando era menor, eso hará que en algunos momentos no sepamos si es cierto o producto de su imaginación lo que nos cuenta. Vive en un piso pequeño que compró como inversión hace años y parecía una ganga. Se encuentra muy bien situado en el centro y tan solo tiene dos vecinos en el edificio. Óscar, que es un genio de los ordenadores, un hacker maniático que ha convertido su casa en un refugio, todo un búnker del que no sale. Toca el piano y así se comunica con su vecina Esther, una octogenaria, antigua concertista de piano que fue su maestra. Con Óscar ve películas de cine clásicas por las noches. Esther cuida alguna vez de Zoe (la llama Bichito), cuando su madre no tiene quien la cuide. Todo parece ir de mal en peor cuando recibe una oferta de trabajo de lo suyo en una empresa importante de inversiones financieras, Global Consulting & Management, aunque no recuerda haber mandado su curriculum allí. Es contratada para llevar una importante cuenta de un cliente anónimo (Míster X) y contará con la ayuda de uno de sus compañeros, Gonzalo Márquez. Después de unos meses trabajando en la empresa y días antes de una reunión muy importante secuestran a su hija Zoe. Tendrá que hacer lo que le piden si quiere volver a ver a su hija con vida. No debe llamar a la policía o matarán a la niña. Por eso prepara un plan para rescatarla con la ayuda de Óscar y Esther. Sentiremos su miedo, su angustia y su desesperación. ¿Será capaz de hacer lo que le piden para salvar a su hija?
A lo largo de toda la novela van apareciendo algunos capítulos que nos llevan desde el año 1972 hasta la fecha actual de 2013. Cambia la letra a cursiva para poder identificarlos y diferenciarlos bien. Es otra trama distinta y no sabremos de quién se trata hasta el final, cuando todo encaje a la perfección.

En la segunda parte es cuando entra en escena la inspectora Lara Samper. Los planes para rescatar a la niña han sido un auténtico fracaso. Todo se ha complicado de tal manera que parece no tener solución. No hay una explicación razonable para lo ocurrido. ¿Habrá sido todo una alucinación?
Katy está atrapada en una auténtica telaraña de la que no parece ser capaz de salir. Alguien la ha tejido con maestría como una auténtica araña, y ella está ahí, enredada, capturada en esa trampa y parece que sin posibilidad de salvación.
Es un auténtico thriller psicológico que no da tregua. Sorprende y despista constantemente. Aunque engancha desde el principio, la segunda parte me resultó mucho más adictiva. Se nota que la autora es psicóloga. Trata muchos y distintos temas. Con unos personajes que están muy bien perfilados, son muy peculiares y distintos entre sí. Cada uno tiene un pasado importante y decisivo para la trama actual que iremos conociendo poco a poco. Sabe dosificar la información para mantener nuestra atención. Y por supuesto otra vez con un final sorprendente.

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