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Esta novela me dejó destruida por dentro pero me llevó por un camino de autodescubrimiento. Esta reseña va a ser algo distinta porque quiero contarles cómo me sentí al leerla y lo que me llevo de ella. Hice la pregunta de arriba porque apenas empecé la novela me identifiqué con Liz, un chica súper estructurada, organizada, puntual y que quiere mantener el control de lo que sucede en su vida. Y ahora les voy a contar que yo soy así, sobre todo con la facultad (infumable) y cuando planeamos salir con mis amigas a algún lado, necesito tener las cosas organizadas como mínimo un día antes. A veces me doy la cara contra el escritorio porque con la facultad me quemo las pestañas y claramente, y ahora con este contexto menos, no puedo sobrecargarme de cosas y suelo explotar con crisis de ansiedad. Mi problema es que a veces siento que tengo que correr con mi carrera para que no hablen demás o se sientan orgullosos (algo que sé que, las personas que amo ya lo están pero aún así) Esta novela me mostró que hay que ser lo que uno quiere ser, seguir lo que nos apasiona y divertirnos en el proceso y dejar de parecer lo que creemos que los otros quieren o dejar de parecer para sentirnos bien con uno mismo. Creo que esta novela me tocó tanto porque últimamente estoy muy conectada con mi espiritualidad y con el universo, vengo meditando sobre el amor propio y la seguridad y sentí que tocaban mi alma. Les juro que no podía dejar de leer porque aparte de que Anabella tiene una pluma maravillosa, estaba demasiado conectada con todo. Amé mucho esta novela, me encantó que tocara temas muy serios y cómo los desarrollo. Espero que puedan leerla. |
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