El coleccionista

De lo mejor, la prosa fresca y vivaz del autor que destaca incluso por encima de la trama. Enuncia y define con la sencillez envidiada que persigue cualquier escribiente para que los lectores le capten a la primera. Un maestro de la narrativa más simple.

El enfoque del autor ya es cuestión de gustos. Fowles usa durante todas las páginas y por tanto, a mi modo de ver, abusa, del recurso literario del diario. Supongo que es un acto de rebelión de algunos autores contra quien todo lo sabe, la voz omnisciente, considerada por mí tan útil y versátil precisamente por su propia apariencia de deidad.

Relacionado con esto y otro aspecto que me ha distanciado de la historia ha sido el desarrollo del diario de ella, durante tantas páginas fuera de la trama principal.

Igualmente, Fowles fue el precursor de un género poco explorado hasta entonces y que ha creado escuela en novelas, cine y televisión. Sólo por eso es interesante acercarse a su obra. Los asesinos y "gente rarita" en serie son posiblemente aquí más puros y reales que todo lo que a posteriori se les ha añadido, como si de un árbol de Navidad se tratase o, más bien, como si les hiciera falta para distinguirse entre tantas historias que, por falta de originalidad, se copian unas a otras.