Las que menos, directamente han aprendido a hablarse a través de lo que alguien les repite cada día o les repitió desde que eran niñas. Demasiado delgada, anoréxica. Gorda como una foca. Muy alta, como una jirafa. Es bajita como un tapón. Qué poco simpática, sonríe más. No te rías tanto, te saldrán arrugas. Demasiado preocupada por su carrea. Abandonada desde que se dedicó a tener hijos. ¿Solo uno?, ¿no te da pena? ¿Pero cuántos llevas ya? Pareces una coneja. Se preocupa demasiado por su físico. Le da igual ir hecha una piltrafa. No acepta la edad que tiene. Parece que tiene veinte años más. Eres frígida. Le gustan demasiado los hombres. Es tortillera. Es un marimacho. Caprichosa, histérica, mandona. Mandona.