La melodía de la oscuridad

¿Es posible que de un libro te gusten hasta los agradecimientos? Pues en este caso sí (y no, no estoy exagerando).

Lo que más premio a la hora de valorar un libro es lo que lo hace diferente, lo que lo hace destacar entre los demás libros del género, y “La melodía de la oscuridad”, aunque comparte elementos comunes con otros thrillers, destaca por muchas cosas.

Una de ellas son sus personajes. ¿Alguna vez os ha descrito la escena un perro? ¿Y un ciego? Brutal. Revelador.

De lo que más tengo que decir es, sin duda, de la pluma del autor. Me ha recordado mucho a la pillería de Gómez-Jurado y al uso del estilo libre indirecto de Aramburu. Y esa mezcla solo puede calificarse como explosiva. Daniel Fopiani te hace oír (y de forma bastante clara) mientras juega a mezclar los elementos tipográficos con onomatopeyas colocadas con mucho tino. Un 10.

Además, sus descripciones de situaciones de la vida diaria son geniales. ¿Te interesa que te cuenten lo que hace un personaje mientras ve un programa de televisión? ¿O lo que hace otro en la consulta del médico? Os aseguro que os va a interesar, porque no es lo que cuenta, es cómo lo cuenta.

Y en cuanto a la trama, un thriller de manual, de tres de la mañana, de pellizco en el estómago pero también en el corazón, donde la investigación policial no es la protagonista, pero que te hace querer leer más y más. Y si no lo digo, reviento: ¡por fin un thriller en Andalucía!

Para mí, leer a Daniel Fopiani ha sido un gran descubrimiento. Si sois amantes del thriller o si queréis iniciaros en el género, no dudéis en leer esta joya. Y si, además, sois unos frikis de la lengua como yo, estáis tardando.