Entretenido, adictivo, tan lleno de tragedias y enredos que parece un tele culebrón venezolano de los años ochenta. Con la construcción de una catedral como telón de fondo, Follet nos presenta las luchas de la espada y la cruz por el poder terrenal a lo interno de sus dominios y a lo externo; mientras eso sucede, vemos el sufrimiento de los humildes, el hambre, la miseria, los atropellos y el miedo que lo sustenta todo.
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