Número dos

Reseña en IG @angela.lectoravoraz

¿Os imagináis vuestra vida si te hubieras quedado a las puertas de interpretar al mago más famoso de la historia? Pues eso es lo que le pasa a nuestro protagonista Martin. Desde el momento en que es consiente que no interpretará a Harry Potter —después, de haberse hecho todas las ilusiones—. Sufre un cambio por completo, de repente, siente que el fracaso es una constante en su vida. Se vuelve un niño solitario y no soporta ni que le mencionen nada que tenga que ver con el fenómeno que está arrasando en todo el mundo.

La primera parte de este libro me fascinó. Antes de que se centre en el protagonista, nos narra los comienzos de Harry Potter, de como incluso antes de que la historia fuera un éxito literario, ya había quien imaginaba una película, aunque nadie se esperaba que tuviera la magnitud que tuvo, ni siquiera su propia autora. Nos habla de la búsqueda del guionista, director, casting.... Toda esta parte, como fan que soy, me encantó.

Luego, se centra en la historia principal del niño que estuvo a punto de obtener el papel. Vemos al protagonista pasar por diferentes fases, pero sin salir del estado depresivo en el que se encuentra, también debido a otros hechos traumáticos a los que se enfrenta. al principio me resultó interesante, como nos habla del fracaso y lo difícil que se hace superarlo, además de sentir que nadie te entiende, pero a medida que avanzaba en la historia se me hizó algo repetitivo, además de que creo que se exagera un poco y la situación ya me parecía algo surrealista.

Porque puedo entender que lo que Martín vive es difícil, pero, la vida es así a veces es una lucha constante y afrontar fracaso tras fracaso. Y, al final, nos levantamos.

El libro me lo leí en 24 horas, así que podéis haceros una idea de lo rápido que se lee. Además, me ha gustado mucho la forma de escribir del autor.

Lo recomiendo para todos los fans de Harry Potter porque nos permitirá conocer datos súper interesantes, y la historia de una de esas personas que se sienten los secundarios.