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“Yo había echado un vistazo a las fotos del número 21 de Everdene Avenue -a la decoración anodina y las frías paredes en tono pálido, al coqueto jardín delantero-, pero lo cierto es que apenas me había fijado” ~ El intercambio de Rebecca Fleet. Caroline y Francis son un matrimonio con un hijo, Eddie, que intenta salir adelante. Para ello deciden intercambiar su casa durante una semana para cambiar de aires. Dejan a su hijo con los abuelos y se trasladan a la casa de esa tercera persona. Sin embargo, poco a poco, Caroline descubre ciertas cosas en esa casa que no cuadran, que le hacen pensar que el intercambio no ha sido casual y que la persona que se aloja en esos momentos en su casa tiene segundas intenciones. La autora nos va descubriendo la historia del matrimonio; el porqué de su situación y el pasado oscuro que esconden los personajes. ¿Tendrán relación los hechos? ¿Ha sido casual el intercambio o realmente hay un segundo motivo detrás del mismo? No me ha disgustado pero tampoco me ha apasionado ni me ha tenido en vilo. La trama prometía más pero el libro es llevadero y tiene un par de giros que te descolocan sobre todo porque tienes una idea a lo largo de todo el libro que al final no es. El final es de impacto pero la mayoría del libro es más un drama que un thriller. Narrado en presente en dos voces: la de Caroline y la de Francis e intercalando los pensamientos de la persona que se aloja en la casa del matrimonio. Se lee fácilmente y se encuadra en dos tiempos: pasado y presente. |
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