No sé cómo empezar, literal. Sólo puedo contar el impacto y los sentimientos que nacieron en mí en el momento en el que lo terminé, y fue asombrosamente magnífica la sensación. Sentí cómo el protagonista principal me devoraba el alma, como si estuviese acá presente. Viví cada instante con un bienestar increíble, es genial; lo tienen que leer, por favor. Fue como, oh Dios, quizás esto suene exagerado; cada oración que salía de la boca de Patch era similar a un orgasmo. Lo amo, los momentos fueron épicos, los personajes me cayeron excelente y estuve de acuerdo con sus decisiones y sus actitudes; excepto la mejor amiga de Nora, cuya personalidad con la que a veces coincidía y otras veces me desagradaba un montón.
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