La niña perdida

Esta última entrega de la saga Dos amigas ha sido un adiós por todo lo alto.

Aunque las primeras doscientas páginas me han parecido lentas, después la trama se precipita y no paran de suceder inquietantes hechos que como siempre tienen una repercusión en el barrio de Nápoles y en las vidas de Lenù y Lila. Y es que, los libros de esta saga cada vez han derivado más al tema político, implicando a todos los personajes de maneras distintas, y mostrando sin tapujos los tejemanejes de la Camorra italiana instalada en Nápoles.

Por supuesto, este, al igual que los libros anteriores, nos sigue contando la historia de una amistad de toda la vida, la amistad entre mujeres, que no siempre es feliz y dichosa. Los roces, las tensiones, pero también el apoyo y el cariño de ambos personajes me han dejado una huella en el corazón después de su lectura.

Me ha gustado mucho también que este libro hablara más en profundidad de la maternidad real, una maternidad llena de alegría pero también de agobio y renuncias. La esclavitud de las madres que ya anticipaba Ferrante en el primer libro de la saga, y que las mujeres de este libro viven de primera mano. Y no solo hablo de las protagonistas, sino de todas aquellas niñas que aparecían en ese primer libro, que jugaban con sus muñecas y hablaban de historias de amor. Una maternidad preciosa pero que a veces duele, el aprender de la madre a dejar a un lado ese papel para ser mujer, persona, me ha cautivado.

Otra cosa que me ha gustado mucho ha sido cómo trata la autora el tema de la madurez y la vejez en las mujeres: cuando llegan a esa época de su vida en la que la sociedad las aparta, se vuelven invisibles para los demás, la autora nos muestra que la vida no termina ahí, que una mujer puede sentirse plena, puede hacer más cosas durante ese período de su vida. Así, le devuelve la voz, nos muestra a todas que seguimos existiendo después de la juventud.

Un libro tierno y duro a partes iguales, que te deja con buen sabor de boca. Un emotivo adiós a Lila y Lenù, pero que te deja una sonrisa en los labios.