Un buen inicio y la ágil narrativa en primera persona mezclada con la curiosidad, hace que leas “A veces miento” prácticamente del tirón, pero, salvo un giro que no ves venir, el resto de trama es bastante floja y previsible. La autora te engaña hasta la página final, dejándote sin respuestas... A tres tiempos entre el entonces, el mientras Amber está en coma y un diario, transcurre una historia cuyo final simple, precipitado e incomprensible, te hace pensar que su lectura ha sido una pérdida de tiempo y que pasará sin pena ni gloria. |