Hace años que tengo este libro en la recámara, sobre todo después de que varias amigas lo recomendaran, pero nunca me decidía a leerlo, no sé si por miedo a la decepción (no sería la primera vez) o porque realmente no era el momento. Pero esta vez no lo he dejado pasar; por fin, ha caído. El libro empieza fuerte. Ted está en su despacho a punto de suicidarse. Ha elegido bien el momento y lo ha preparado todo a la perfección: un nuevo testamento, la familia lejos, la puerta cerrada y una nota para evitar que las niñas le vean cuando vuelvan. Pero cuando por fin se dispone a apretar el gatillo, una insistente llamada en la puerta y la propuesta que sigue a esa llamada cambian su vida y su percepción para siempre. El libro está escrito como si fuera un laberinto, empiezas de una manera, de repente da otro giro, vuelves a retroceder, avanzas más, das otro giro, retrocedes de nuevo,..... al principio no sabes por donde coger el libro, más tarde empiezas a entender lo que sucede y crees que ya no te va a sorprender, pero entonces aparece otra vuelta de tuerca y tienes que cambiar la perspectiva, para después.... El libro va de menos a más, te atrapa entre sus páginas sin que te des cuenta, y llega un momento que tienes que avanzar, saber qué pasa, terminar, convirtiéndose casi en una obsesión. |