Hace años, tras los cuatro inquietantes dibujos que el artista portugués Mário Botas hizo para cuatro novelas mías, pensé en devolverle la jugada imaginando una historia sugerida por un cuadro suyo. Elegí Mise au Tombeau por la posibilidad de exorcizar, en el enredo que fui fantaseando, el descenso a los reinos subterráneos donde todas las civilizaciones sitúan los infiernos. Así surgieron, venia paródica a Les Rêveries du Promeneur Solitaire, las páginas de Los pa... >Voir plus