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«Inmortal», de Mariano Fernández Urresti, es una novela que narra la inquietante historia de un Drácula que es real y un país de «Nunca Jamás» que no es un sueño. Todo comienza en el siglo XIX con dos hombres que se prometen alcanzar la vida eterna, y dos escritores, Bram Stoker y James Matthew Barrie, que buscan inspiración para escribir esa obra que les permita derrotar al tiempo. El autor nos conduce de las calles del Londres victoriano a la Cantabria del siglo XXI. En este nuevo entorno, varios hombres desparecidos durante la guerra civil reaparecen inexplicablemente jóvenes con una misteriosa carta en los bolsillos. Uno de esos hombres es el abuelo de Gabriel, narrador de la historia y trasunto del propio Urresti, que nos permite vislumbrar retazos de su vida más allá de lo que comparte con nosotros cada día en sus redes sociales. Como podéis imaginar, las dos tramas, aparentemente inconexas, acaban formando una novela magnífica, de esas que terminas deseando volver a leer para disfrutar de cada pequeño detalle. «Inmortal» es una de las novelas más maravillosas que he leído en mi vida (y hablamos de centenares de libros), por muchos motivos. No sólo por mostrar aspectos desconocidos tanto de Drácula y Peter Pan, como de sus autores; sino también por haber creado una de las más maravillosas historias de amor que he leído en mi vida. Otra de los aspectos que me gustaría destacar del libro es la forma en la que está narrado. Mezclando presente y pasado, cartas, fragmentos de diario y detallados análisis tanto de Drácula como de Peter Pan, el autor no solo nos sumerge en un universo mágico en el que también tienen cabida Jack el Destripador, Charles Dickens o las exploraciones africanas del siglo XIX, entre otros muchos temas que prefiero que descubráis vosotros mismos. Por si no fuera suficiente, he podido reencontrarme con Deva, una adorable mujer que es un pozo de sabiduría infinito sobre la literatura gótica, y con mi odiado Miguel Capellán que esta vez ha mostrado su lado más humano y su infalible olfato para encontrar sin esfuerzo lo que otros ni siquiera imaginan. Había comprado el libro en formato Kindle porque tengo un serio problema de espacio en las estanterías, pero me ha robado el corazón de tal manera que lo compraré en papel y lo situaré junto a Drácula y Peter Pan. Por supuesto, volveré a leer a Stoker y Barrie para sumergirme una vez más entre sus páginas; para vagar por esas calles londinenses y cántabras de la mano de personajes que se han ganado mi corazón por derecho propio. «¿Crees en el destino? ¿Que hasta los poderes del tiempo pueden ser alterados por un propósito? ¿Que el hombre con más suerte en este mundo es aquel que encuentra el amor verdadero?» Bram Stoker |
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