Mariah Evans nos cuenta una historia divertida, de esas que te apetece leer para desconectar y pasar un buen rato. Con risas aseguradas. El personaje de Vanessa es adorable y divertido. Y Miguel… menudo protagonista. ¡Que hombre! Lo he pasado genial con ese tira y afloja entre estos dos. Como he dicho antes, la trama no es para nada enrevesada, ni tiene un trasfondo de esos intensos, simplemente es un libro cortito, sencillo, para disfrutar y evadirte. Con altas dosis de amor y humor, garantizadas. |