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Nos sumergimos en una historia de un viaje de carretera, en el que los personajes irán evolucionando y encontrándose a sí mismos y enfrentándose a aquello que les mantiene atormentados. Una travesía en busca de una ciudad perdida llamada Haney. Son personajes que tienen mucho dolor y, al mismo tiempo, una fortaleza increíble. Nessa, que se siente encerrada y sobreprotegida por sus padres, siempre con el argumento de que su poder telepático debe de estar contenido y seguro. Por otro lado, estará Roy, su mejor amigo, que necesita huir y enfrentarse a sus demonios en este viaje. Es un libro cuya lectura se hace amena y engancha. Siempre estaremos descubriendo cosas y, al tener una pluma fluida y un ritmo rápido, no podremos soltarlo hasta terminarlo. Además, a pesar de tener un elemento de realismo mágico, es una historia muy realista que trata temas como problemas familiares, la amistad, el amor… Además, al estar ambientado en los ochenta, podemos ver elementos de esa época relacionados con la identidad sexual y el VIH. Sí que debo de añadir que me ha faltado algo para que la trama culminara de forma redonda, ya que algún elemento no se ha cerrado del todo para mi gusto. También mencionar que, a pesar de haber conectado con los personajes, no me han marcado tanto como los de Aunque llueva fuego. |
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