Donde no haya niebla

Cuando nos enteramos de que Beatriz Esteban iba a publicar Donde no haya niebla no hemos dudado en hacernos con él, sobre todo con el precedente de Aunque llueva fuego, libro que nos encantó. 


Aquí nos encontramos con Nessa, una joven llena de magia, aunque ella no sepa cómo sacar beneficio de ella o, siquiera, como controlarla. Pronto se encuentra una noche con su amigo Roy y deciden escaparse juntos a Haney, una ciudad que no aparece en los mapas. 


Ambos personajes tienen mucho trasfondo, están muy bien construidos y evolucionan a lo largo de la trama, la cual puede llegar a dejarnos con el corazón en un puño ya que cuenta una historia con mucho sentimiento, con mucho poder de llegar a lo más hondo del lector y conseguir una gran conexión entre el lector y los protagonistas. 


En esta historia nos encontramos con bastantes personajes secundarios, los cuales preferimos mantener ocultos por su gran influencia en el desarrollo y desenlace de esta novela. 


Está ambientada en la ruta 66 en los años 80, y recrea un contexto histórico que, aunque en la realidad ocurrió varios años antes, eso no afecta en absoluto en el desarrollo de los acontecimientos y en la atmósfera creada para los lectores. 


La capacidad de Beatriz para mezclar la fantasía con la realidad, con situaciones que realmente pasaron y/o le pueden pasar a cualquiera, consiguen que nos hayamos enganchado a esta joven autora y que tengamos aún más ganas de leer la única novela suya que nos queda por leer: Seré frágil.


En definitiva, os animamos a conocer a esta joven autora, graduada en psicología, que nos hará reflexionar mucho sobre diferentes situaciones que algunos han vivido de cerca, o conocen algún caso.  

4,5/5.

Sinopsis: Nessa siempre ha escuchado ruido en su cabeza y ha crecido sabiendo que tiene la magia dentro. Cuando su amigo Roy habla de Haney, una ciudad que no aparece en los mapas y que promete ser un refugio clandestino, deciden emprender un viaje para encontrar la ciudad.

Ha sido un auténtico placer leer este libro y conocer a unos personajes tan especiales como lo son Nessa, Roy y Eric. Esta historia nos habla de amistad, de superación personal y de hacer frente a las injusticias en un ambiente con tintes de realismo mágico increíblemente bien llevados. Acompañaremos a nuestros protagonistas en su viaje por la ruta 66 de los EEUU y descubriendo como hacen frente al estigma y como sobreviven a todas las injusticias y peligros con los que se irán encontrando. En esta aventura se encontrarán con muchas incógnitas y peligros relacionadas con la magia que es capaz de hacer Nessa y todo lo que su madre le ha estado ocultando para protegerla. El ritmo me ha parecido muy correcto, ya que en ningún momento me ha parecido lento pero la cantidad de cosas que van sucediendo irá en aumento hasta llegar a un culmen de giros argumentales increíble. Y es que creo que esto ha sido de lo mejor del libro, ya que en todo momento la autora va dejando pequeñas pistas para que puedas ir atando cabos.

Pero sin duda yo destaco lo mucho que este libro hace SENTIR. Y es que esta es la palabra que resume esta historia, la cantidad de sentimientos que afloran a medida que la lees. Me he reído, he llorado y me he enfadado a partes iguales. Realmente sentía como se me encogía el corazón con algunas escenas y eso es algo que no todas las historias y autores consiguen transmitir a los lectores. La pluma de Beatriz es simplemente preciosa, escribiendo de una forma sencilla y ligera de leer pero con partes muy reflexivas y poéticas.

Los personajes no me han podido gustar más. Ha sido sumamente sencillo empatizar con ellos y compartir sus emociones. Me han parecido tan reales y próximos a mi que era como si yo fuese una más del grupo. Les he cogido un cariño inmenso y me va a costar despedirme de los 3. Nessa es una mujer fuerte y luchadora, con un corazón increíble que haría lo que fuera por sus amigos. Roy es simplemente adorable, dan ganas de abrazarlo y protegerlo y no separarte de su lado. Y ha sido genial que en este viaje se incorpore Eric, un personaje que me ha despistado mucho pero al que he amado desde el principio.


Si tengo que destacar algún punto negativo sería que me habría gustado que la novela fuese un poco más larga para que determinados giros y escenas se hubiesen desarrollado más.

Si ya me gustó Aunque no haya fuego este me ha fascinado. Creo que todo lo que diga sobre este libro se quedará corto, asique lo resumiré en que me ha encantado, me ha parecido una historia muy diferente, con una pluma preciosa y unos personajes entrañables. Eso sumado a una edición preciosa, tanto por dentro como por fuera, hace que merezca la pena tener este libro. Si os gusta el realismo mágico y las historias que hacen sentir, es vuestro libro.

Mitsborn, 1980.

Nessa lleva toda su vida escuchando los pensamientos de los demás, ella lo llama "ruido", y le encantaría dejar de sentirlo. Después de que sus padres cambiaran varias veces de residencia, finalmente decidieron instalarse en Mitsborn, donde también vive Roy, un joven latinoamericano que sufre constantemente el abuso de compañeros racistas y maltrato por parte de su padre. Nessa, quien se siente prisionera en su propia casa después de años huyendo de no sabe quién y de tanto misterio por parte de su madre, y Roy, que no aguanta más la situación en la que vive; deciden viajar a Haney, un lugar que promete ser la solución a todos sus problemas. En el viaje conocerán a Eric, un chico que, detrás de su pinta de gañán charlatán, esconde algo muy oscuro. Juntos, nos harán reír y llorar durante todo su viaje por tierras desconocidas.

Esta secuela de "aunque llueva fuego" ha tenido una trama menos interesante que la de su predecesor, sin embargo, en este libro sucede algo que me toca desde muy cerca y ha conseguido llegarme muy dentro y sacarme las lágrimas. Por lo que, una vez más, vuelvo a adorar la pluma de Beatriz.(L)

Nessa lleva toda su vida escuchando los pensamientos de los demás. Su madre siempre le ha dicho que es un don pero ella no lo cree y daría lo que fuera por dejar de oír el Ruido que la abruma constantemente. Cuando su mejor amigo Roy le habla de Haney, una ciudad refugio en el que las personas pueden dejar de huir y ser ellas mismas, Nessa toma la decisión de huir y dirigirse a esa fantástica ciudad.

La verdad que llevaba tiempo queriendo descubrir la pluma de Beatriz Esteban ya que había leído muy buenas críticas de sus historias y en general este libro y su estilo me han gustado. La historia nos sitúa en Mistorne, Estados Unidos en la década de los 80. La verdad que me ha gustado la época en la que está ambientada la historia ya que no conocía mucho estos años y a través del libro he podido conocer más los problemas sociales y cómo era la sociedad de esa década. En cuanto a la ambientación del libro tengo que decir que me ha gustado, me he sentido trasportada a los Estados Unidos ya que junto a Nessa y sus amigos recorremos la ruta del 66 y conocemos muchos lugares y zonas peculiares del país americano. Lo que más me ha gustado del libro son sus personajes, creo que están todos muy bien desarrollados. de ellos destacaré a Nessa, la protagonista, una chica que puede escuchar los pensamientos de los demás. Esto más que un don es una maldición ya que constantemente está escuchando ese "Ruido". La verdad es que la personalidad de Nessa me ha gustado mucho, es muy valiente y antepone a los demás a si misma. Otra cosa que me ha gustado de ella es que reprime su poder para no causar daño a los demás incluso haciéndose daño a si misma. Sinceramente lo que más me intrigaba de Nessa y de la historia era conocer el origen de su poder telepático y del de su madre. del resto de personajes solo mencionaría a Roy porque fue mi favorito. Roy es el mejor amigo de Nessa. Un chico de origen humilde, muy dulce, con una vida bastante dura y que esconde un montón de secretos. Otra cosa que me ha gustado es la cantidad de temas que trata este libro ya que a parte de tratar la búsqueda de la identidad, habla de la importancia de la amistad, la familia, además de acercarnos a los problemas sociales que se dieron en la década de los ochenta. Lo único que no me convenció fueron algunas escenas que me parecieron muy de película y que creo que iban al tópico americano pero por lo demás es una buena historia. En definitiva un libro que os recomiendo leer ya que descubriréis unos personajes con los que os encariñaréis desde las primeras páginas y que os transportarán a la década de los 80.

Ya conocía a la autora del libro Las voces del lago, lo que más me gusta de la autora aparte de su pluma, es que suele jugar mucho con los sentimientos del lector. Mirando la sinopsis cualquiera diría que vas a leer un libro de fantasía y creo que en parte ahí fue mi "error". Voy a explicar esto porque parece que el libro no me haya gustado y no es así. Cuando uno cree que se va a encontrar algo y vas leyendo y leyendo y dices, ostras pues me da que no va a ir expresamente de esto. Me costó hacer el clic y meterme en la historia, una historia del viaje que hacen dos amigos y en el que van a vivir de todo y se van a conocer de verdad, sus verdaderos problemas, amores...
Podría decir ciertas cosas de las que ocurren pero creo que sería destriparos lo que vais a encontraros dentro.
Me ha gustado mucho la relación entre Nessa y Roy.
Creo que lo que pasa en este libro es una buena crítica a lo que pasa en el mundo y de como se da la espalda, lo vemos a diario, a todo aquel que piensa o es diferente a lo que digamos que es un estereotipo.
Dejo una frase que me ha gustado "Pero quiero recordar momentos. Los momentos que pude vivir y que nadie podrá arrebatarme nunca".

Años 80: dos amigos escapan de casa en busca de Haney, una ciudad mítica en la que se dice que todo el mundo puede ser feliz sin que lo juzguen. Así arranca "Donde no haya niebla", una road trip tanto literalmente, a lo largo de la Ruta 66, como figuradamente, pues la base de la novela es el arquetipo del viaje del héroe.

Esta aventura está aderezada además con elementos del realismo mágico. pues nuestra protagonista, Nessa, ha crecido con el poder de escuchar e indagar en la mente de los demás, aunque no conoce bien su funcionamiento ni sus límites. Y, por supuesto, todo poder conlleva una gran responsabilidad o, lo que es lo mismo, que te persigan una serie de malas personas para hacerse con él.

Ya tenemos todos los ingredientes para una historia entretenida. En general, me parece que tiene buen ritmo y un buen puñado de frases para recordar, además de un fondo con mensaje...

El cinco se lo ha ganado perfectamente porque Bea siempre crea magia, con sus palabras, con sus premisas y con sus carismáticos personajes, uff, es que el carisma y la desbordante personalidad de Nessa ha sido una completa locura y la he amado desde el principio, con su ritmo vertiginoso y sus ideas llenas de vida. Así como Roy es como la luna del sol de Nessa, es más la calma y la voz de la razón, aunque a lo largo de toda la novela se pueden ver que ambos acaban compartiendo retazos de la personalidad alocada y tranquila del otro, porque se complementan tan bien y son tan increíbles juntos.

Y jo, lo que duele este libro, porque Bea siempre duele, pero sé que no dejaré de arriesgarme a que vuelva a romperme el corazón una y otra vez, porque hace cosas tan bonitas que merece la pena sufrir, especialmente porque al final, aunque todo es cruel e injusto, tiene ese deje de esperanza que te deja el corazón calentito y con ganas de volver a caer.

Este ritmo tan vertiginoso realmente no da tiempo a tanto sentimiento y reflexiones como otras de sus novelas, y a veces he echado un poco en falta algo más de profundización en temas que son importantes para Nessa, como su hermana y como las estrellas, son temas de los que se dan pinceladas sin que realmente se conozca de dónde salen y por qué son tan importantes para ella; al igual que algunos otros detalles que no he conseguido comprender, cambios de opinión en algunas actuaciones o el funcionamiento de la telepatía. Pero, a pesar de estos pequeños detalles, puedo decir sin lugar a dudas que ha sido otra maravillosa novela que he disfrutado muchísimo, que me ha hecho pasar por miles de emociones y que sé que estos tres personajes se han ganado un rinconcito en mi corazón.

Nos sumergimos en una historia de un viaje de carretera, en el que los personajes irán evolucionando y encontrándose a sí mismos y enfrentándose a aquello que les mantiene atormentados. Una travesía en busca de una ciudad perdida llamada Haney. Son personajes que tienen mucho dolor y, al mismo tiempo, una fortaleza increíble. Nessa, que se siente encerrada y sobreprotegida por sus padres, siempre con el argumento de que su poder telepático debe de estar contenido y seguro. Por otro lado, estará Roy, su mejor amigo, que necesita huir y enfrentarse a sus demonios en este viaje.

Es un libro cuya lectura se hace amena y engancha. Siempre estaremos descubriendo cosas y, al tener una pluma fluida y un ritmo rápido, no podremos soltarlo hasta terminarlo. Además, a pesar de tener un elemento de realismo mágico, es una historia muy realista que trata temas como problemas familiares, la amistad, el amor… Además, al estar ambientado en los ochenta, podemos ver elementos de esa época relacionados con la identidad sexual y el VIH.

Sí que debo de añadir que me ha faltado algo para que la trama culminara de forma redonda, ya que algún elemento no se ha cerrado del todo para mi gusto. También mencionar que, a pesar de haber conectado con los personajes, no me han marcado tanto como los de Aunque llueva fuego.

La autora nos traslada a Mistorne en los años 80. Nuestra protagonista Nessa es capaz de escuchar las mentes de los demás, y aunque su madre siempre le ha inculcado que es un don, para ella tener ese ruido siempre en su cabeza es todo lo contrario.

Su mejor amigo Roy le habla de Haney: una ciudad que no aparece en los mapas y que parece ser la solución para huir del ruido y conectar con ella misma. Deciden ir a la búsqueda de ese misterioso lugar y emprenden un viaje, en el que se desarrolla la trama a través de este estilo de roadtrip por la ruta 66.

Es una historia rodeada de mucha magia, con toques de realismo mágico, con una ambientación maravillosa que te traslada a los paisajes por los que va transcurriendo el viaje y a los años 80, reflejando perfectamente las injusticias y problemas sociales de la época.

Es una lectura llena de sentimientos, de relaciones familiares, de amistad, de confianza, de perdón, de esperanza, de conocerse a uno mismo. Algunas situaciones te rompen el corazón, aunque después la autora consiga volver a sacarte una sonrisa y te ponga calentito el corazón. Adentrarte en este libro es sentir muchas emociones.

Tiene una profundidad y evolución asombrosa de los personajes, con los que he podido conectar muy rápido. La autora ha construido personajes reales, imperfectos, entrañables... Me encanta el desparpajo y gran corazón de Nessa, la ternura de Roy y con Eric tuve sentimientos encontrados, hasta ahí puedo decir 😉

Es una lectura con un ritmo adecuado, la autora consigue engancharte porque el viaje está lleno de acontecimientos y con algún que otro giro, y a la vez vamos conociendo a los personajes y vemos cómo ellos mismos se van autodescubriendo.

La pluma de la autora es maravillosa, transmite muchísimo, es directa, bonita y delicada con los temas que trata. Nos regala una historia y unos personajes que os aseguro que os llegarán al corazón. ¡Súper recomendada!


⚠️ Es un spin off de «Aunque llueva fuego» pero se puede leer totalmente independiente.

Donde no haya niebla nos cuenta las aventuras de Nessa, Roy y Eric, tres protagonistas con personalidades únicas y totalmente diferentes que se complementan formando una sola.

He sentido esta historia como si fuese parte de mí, como si a través de sus apenas 400 páginas recorriese cada carretera, entrase en cada motel, riese y sufriese con cada uno de los personajes. Y no he podido sentirme más afortunada de poder ser parte de esta historia y de recorrer no solo los lugares por los que pasan nuestros protagonistas sino también sus caminos personajes, esos viajes personales que les acompañan hasta el final.

La forma de narrar de Bea es, como siempre, una delicia, y su manera de transformar palabras en sentimientos totalmente palpables y de hacer sufrir y reír a partes iguales en un mismo capítulo me maravillan.

No creo que exista mejor forma de despedirnos no solo de Nessa sino también de Arielle, así que no puedo hacer otra cosa que recomendaros esta historia.