Las voces del lago

Degriffin, 1997.

Después de la trágica muerte de su padre, Bree vuelve al pueblo donde se crió hasta los 11 años, junto con su madre, que padece depresión y parece no valerse por sí misma.

Allí se encontrará con Adam, su amigo de la infancia, del cual llevaba 9 años sin saber nada, y, sin embargo, será su mejor baza y apoyo para adaptarse a la casa de nuevo, y averiguar qué fantasma quiere hacerle daño y de dónde vienen esas voces.

El problema viene cuando no sabes si los fantasmas viven fuera o dentro de ti.
~
Ha sido una lectura diferente donde las enfermedades mentales comparten protagonismo con el duelo, con las eternas despedidas cuando no somos capaces de dejar ir a quien realmente ya se fue.. Una historia dura, pero real, donde la autora trata con sumo respeto todas las enfermedades que menciona, y también nos da un poquito de información al respecto. Personalmente, me he agobiado y he sufrido con ella, pero no puedo decir que es un mal libro ni que no me haya gustado, porque la realidad es que sí lo ha hecho, pero como he dicho antes, la historia es MUY dura.

La recomendaría a aquellos que quieran informarse, sentir lo que es estar en la cabeza de alguien que sufre una enfermedad mental, o quien haya conocido o incluso convivido con quien padeciese alguna, porque sería la perfecta forma de entender mejor al enfermo.