Una bruja con tentáculos

Madrid, 2038. Tras la pandemia del 2020, gran parte de la humanidad se extinguió, no se sabe exactamente quien gobierna el país, lo online está pasado de moda, la vida en las ciudades se desarrolla de noche y la forma de comunicarse es a través de unos mensajes llamados Desyncs.

Nit es bruja profesional y su especialidad son las maldiciones por encargo. Su mejor examiga ha desaparecido y ella empieza a recibir mensajes amenazantes en su Desyncs.

Lo típico es que en una lucha entre el bien y el mal, siempre terminen venciendo los buenos. Pues en este libro nos encontramos con todo lo contrario; no me refiero a qué bando gana la batalla, si no a que el personaje principal pertenece al mal y me ha resultado algo novedoso y muy atractivo. Todo el tema de las brujas, los hechizos y el misticismo que las rodean, me ha fascinado desde siempre, así que no tenía dudas de que este libro me iba a gustar. Algo que me ha agobiado un poco es imaginarme que el futuro llegue a ser tal y como se describe. ¿Hacer vida nocturna, no tener apenas contacto físico con las personas y que las rrss y todo lo online esté desfasado? Sería incapaz de sobrevivir en una situación de esta índole. Afortunadamente, todo es ficción y no desearía que se cumpliera lo de "la realidad supera a la ficción".

"La vida tiene fin y las actitudes pueden matarnos, o, más aún, destruirnos. Para eso visto de negro, ¿no?, para deprimirme cuando me dé la gana".