Recuerdo lo mucho que me dejó contrariada el final de la novela, haciéndome pensar: ¡Lo ha vuelto a hacer! ¡Me ha vuelto a sorprender el autor así sin más! Es un libro lleno de segundas lecturas, de amor correspondido muy profundo y que, si has tenido suerte y has vivido algo similar puedes sentir en tu propia piel. El autor de nuevo acompaña al lector con una pluma accesible y directa haciendo que se desarrolle la historia y, sin darnos cuenta, llegue a su final. No obstante, me dejó muy triste el final, pero es lo bonito de las novelas de Albert Espinosa, no sabes bien si en este caso la narración va a ser feliz o triste o ambas a la vez. |