La librera y el ladrón

La librera y el ladrón puede definirse como un thriller metaliterario. Ya es casualidad que en muy poco tiempo haya leído dos (el otro es El lenguaje oculto de los libros), aunque con suerte muy dispar.
Thriller por su ritmo, su acción y el estilo y la pretensión con la que está narrado. Metaliterario porque gira en torno al mundo de los libros. Para ser más exactos en el mundo de los libros robados, que como comprenderéis no es exactamente el mismo tipo de libros que pasan habitualmente por nuestras manos.
Eso es sin duda lo más interesante de esta novela, que nos habla de los libros antiguos, del por qué de su valor, de los diferentes tipos de libros antiguos que podemos encontrarnos, de su venta, del negocio, del expolio uy los robos de los mismos, de las librerías de antiguo.

Todo ello viene mezclado en una trama en algunos momentos un tanto confusa con saltos adelante y atrás en el tiempo para mostrarnos la relación entre Pol y Laura. Incluso más atrás para mostrarnos la adolescencia de Pol cuando formaba parte de la banda de la Alcantarilla, con la que se dedicaba al atraco de tiendas.
Escapó con mucha fortuna de la policía y vio que su vida debía cambiar, por lo que estudió abogacía y cambió los asaltos por robos mucho más lucrativos y menos violentos: robar libros antiguos.
Un mundo que le descubrió el viejo Marcos, que es el que le introduce en el mundo de la bibliofilia. Un mundo de gente con mucho dinero dispuesto a pagar cantidades inmensas por determinado tipo de libros. Algo que no siempre se hace por un conducto legal a través de subastas o ventas públicas, sino directamente encargando su robo.

Sin el Inferno que iba a vender, la pérdida de la librería es un hecho casi inevitable, pues tiene unas deudas muy importantes contraídas con un peligroso usurero (¿?).
Encuentra entonces una nota en la que se le dice que puede recuperar el libro a cambio de la entrega de una libreta manuscrita de Einstein. Lo malo es que Laura no tiene esa agenda ni sabe de qué se trata, pese a las misteriosas notas que se le dan en el mensaje.

Junto a esta parte de acción intentando averiguar qué fue del libro, de qué va la historia de la agenda y el pasado delictivo como ladrón de guante blanco de Pol, iremos conociendo la compleja relación entre Pol y Laura. Una relación más física que espiritual, llena de altibajos por las constantes desapariciones y viajes de Pol por motivos de “trabajo” y que dura ya más de diez años.


OPINIÓN PERSONAL

Pese a que mis expectativas con La librera y el ladrón ya habían bajado mucho por comentarios que me habían hecho sobre el libro, esperaba más de lo que al final resultó ser la novela.
Lo único interesante de ella es su descripción del mundo del libro antiguo. Pero ni funciona muy bien la parte del thriller, enredoso, complejo y con un final previsible (desde la primera página ya sé parte del final), ni funciona una relación amorosa muy poco creíble, ni funcionan los personajes de la novela, en la que al cargar las tintas para hacernos parecer más mala a una de las protagonistas de la novela, se le va la mano al hablar de ella como una vieja hipermaquillada para tapar sus arrugas (una mujer de poco más de cuarenta años)

Una pena, porque el tema era interesante. Pero cuantos más días pasan de su lectura, más baja es su puntuación.

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