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Por fin llegó el momento de adentrarme en los reinos malditos. Ya había leído a Erya en Dioscuros, y lo primero es que me sigue gustando cómo narra. En este caso, además, con un toque más de cuento. No sabía lo que me iba a encontrar, pues los retellings se pueden plantear desde diferentes perspectivas. En La maldición de los reinos, nos encontramos a personajes conocidos de los cuentos, mezclados de otra manera (me ha recordado un poco a la serie Érase una vez). El tema principal de este libro es ver a la sirenita ocupando el puesto de Bella. Hay bastante similitud en escenas de la Bella y la Bestia, con el cambio de personaje, pero al poco, ya toma un camino totalmente diferente. Se lee muy ágil, y por la manera en que ocurren y se resuelven las situaciones, lo veo más orientado a cuentos para niños, que tú, como adulto, puedes intentar verlo así también. Digo esto, porque después de todo, me ha pesado bastante la falta de lógica y sentido de las cosas. Los hechizos y maldiciones aparecen y desaparecen sin motivos de peso. Muchas situaciones y personajes van apareciendo sobre la marcha, oportunos para la historia o incluso sin aportar demasiado. Tampoco he sentido emoción en los personajes ni situaciones para entender las motivaciones de los mismos en sus acciones. El ritmo también tiene sus altibajos, momentos que me parecían extenderse demasiado sin necesidad, otros con saltos rápidos para avanzar, y con un final un poco confuso. No obstante, entiendo que es un libro que pueden disfrutar muchos lectores que busquen una aventura ligera, sin cuestionarse las cosas y descubriendo cómo sus personajes favoritos tienen otra historia que contar. Espero leer pronto los siguientes libros de la serie, para descubrir nuevos personajes o profundizar en alguno que se me ha quedado con mucha intriga. (Sí, hablo de Rubí, principalmente). |
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