Los armarios vacíos

Es la primera novela de Annie Ernaux, pero trabajada desde la ficción. 


El tema, el aborto, pero más que el aborto en sí mismo, la novela se centra en la pregunta ¿por qué aborté? entonces, cuando ella se encuentra en el cuarto de la abortera, con una sonda entre sus piernas, en una época donde no solo era ilegal el procedimiento, sino castigado con la cárcel, recuerda su vida, poco a poco, instante a instante, en tres momentos claves, su infancia, su adolescencia y su adultez temprana, este último es a donde regresa siempre, en especial a aquel evento que ella llamaría después, el acontecimiento. 


La novela no es lineal, siempre vuelve a ese cuarto frío y a ese instante de dolor, y mezcla sus dolores con aquellos que van llegando a través de la memoria. Una infancia con padres iletrados, en una tienda y un bar donde se mezclaban los humores y los olores y de donde ella solo buscaba escapar, aunque su cuerpo, sus movimientos, sus palabras y sus miradas la delataran siempre. Estudia en una institución privada, sus padres se sacrifican, pero ese sacrificio le duele, le duele la deuda que conlleva, que la ata, que la encierra. El deseo de sus padres bifurca su alma, la transforma en dos seres, en dos vidas llenas de contradicciones, de dos caminos que se buscan y se repelen y que siempre la confrontan con la pregunta ¿Quién eres?


Toda su vida es un constante interrogante y una necesidad de justificaciones. Se espera que sea, que anhele, que busque, pero ella se rebela y cada decisión que toma es una constante lucha contra sus raíces, su origen, su barrio, el bar, la tienda, su familia, sus padres, su herencia. 


Ella quiere ser sin dejar de ser, quiere ser parte, sin dejar de ser parte y al final, tras un destino lleno de tropiezos y de búsquedas, la culpa la tortura con cada decisión que toma, porque se niega a sí misma a vivir la perfección en medio de imperfecciones. 


Me gusta el tono que maneja, la prosa poética, las sentencias, los monólogos interiores a los que recurre para perdonarse, la novela más  que una catarsis en un intento de justificación, la catarsis vino después, en "El acontecimiento".