Un lugar soleado para gente sombría

La maestra del terror cotidiano con el título de este libro ya nos avanza sobre el contenido.

Doce relatos que te atrapan por su temas tan comunes, expuestos bajo la luz, o más bien sombra, de los miedos más ancestrales y recurrentes del ser humano.
Seres y presencias del más allá se funden con la realidad más cotidiana.

La pluma de Mariana da para mucho, te atrapa con la trama interesante de cada relato que luego se funde con la parte más terrorífica, dejándote exhausta.
Fantasmas, ocultismo, monstruos, se mezclan en una extraordinaria amalgama de escenarios ficticios pero con visos de realidad.
A Mariana le gusta jugar con el lector, confundirlo, despistarlo, dejarle con la miel, o más bien hiel del espanto en los labios, con esa sensación tan contradictoria de temor y respeto por lo desconocido, por no querer remover más la mierda, pero deseando hacerlo para ver que pasa, por que como buenos ilusos que somos los seres humanos, pensamos que a nosotros nada espantoso nos va a suceder.
Las mujeres somos las protagonistas de estos relatos, jugando el papel de puente entre lo irreal y fantástico, y el día a día. Somos como médiums que ponemos en contacto el más allá con el acá, cuales Pandoras abriendo la caja y dejando salir todos los horrores que acabarán secando al mundo, como una maldición heredada de madres a hijas desde los tiempos de Lilith desterrada del paraíso.