Agua dulce

Ada es una niña de ascendencia nigeriana que hereda de su madre un poder, y es que alberga deidades en su interior, algo que muchas veces le hace abandonar su cuerpo para dejárselo prestado a los que habitan con ella y que lo utilicen como ellos quieran, aunque para ella signifique dolor. Agua dulce es la historia del crecimiento de una niña tímida enamorada de un dios que se oculta entre diferentes personalidades que conviven en ella y que ante un suceso traumático se manifiestan para salvarla del tormento.

Si algo se puede decir de la lectura de este libro es que es sorprendente, tiene el poder de asombrar desde el primer momento que empiezas a leer. Pese a que el principio te quedes contrariado ante la posibilidad que una niña albergue antiguos ancestros y deidades en su interior, finalmente, con el paso de la narración, te vas dando cuenta que ya no es que esos cuerpos invisibles en forma de pensamiento controlen a Ada, es que se han hecho adictos a vivir como humanos.

Agua dulce es un viaje en la supervivencia ante el dolor que alberga la timidez y la desgracia de no poseer ante determinados acontecimientos de la vida una personalidad que implique resiliencia, pero Agua dulce también es una oda a lo espiritual y a todos aquellos que piensan que dentro de una persona no sólo convive una mente.
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