La taxonomía del amor

Rachael Allen, científica, dedica también su tiempo a las letras desde hace unos años: publicó su primera novela en 2014 y desde entonces ha publicado otras 3 más (con otra a punto de publicarse este mismo año). La taxonomía del amor, su tercera novela, es la primera que llega a los lectores en español.

Cuando Hope se muda a la casa de al lado, Spencer, que siempre ha sentido como si no encajara en ningún lado, sentirá una conexión muy especial con ella. Spencer tiene síndrome de Tourette y hace taxonomías de todo lo que le rodea, ya que le ayuda ponerle etiquetas a las cosas, pero ¿qué pasará con su nueva amistad con Hope? ¿De qué manera puede clasificarse? ¿Podrá hacer una taxonomía cuando los límites de su amistad se vayan desdibujando con el paso del tiempo?

Desde que vi la portada tan bonita de la taxonomía del amor entre la lista de novedades que se publicarían en enero en España, caí rendido ante ella y necesitaba hacerme con un ejemplar lo antes posible, así que en cuanto se puso a la venta no me pude resistir.

Rachael Allen nos trae una novela con una historia que te engancha desde la primera página, en la que no puedes parar de leer hasta saber cómo se resuelve esta nueva amistad entre Spencer y Hope, de la que vamos a ser testigos. Se trata de una de esas novelas que te mantienen con el corazón en un puño de inicio a fin y que, además, se leen de una manera muy rápida.

No obstante, vamos a encontrarnos ante un giro argumental al principio del libro que es el que va a desencadenar todo lo que vendrá a continuación, pero que no consiguió sorprenderme y se me hizo un tanto predecible, a lo que también se le podría añadir el final de la historia que es, del mismo modo, fácil de adivinar desde el momento en que empiezas a leerla. Ahora bien, es cierto que la forma en que se trata me ha gustado mucho.

Algo sobre lo que no quería olvidarme de comentar es los temas que se tratan en la novela, ya que resultan muy interesantes e incluso enriquecedores no solo por el tema en sí sino también por la manera en que se hace, por cómo van evolucionando y cómo te puedes ver reflejado en muchas ocasiones, si bien es cierto que no quiero meterme en ellos en profundidad ya que podría correr el riesgo de hacer spoiler a todos aquellos que quieran leer el libro. Sí que hablaré en el siguiente párrafo, de cualquier manera, de aquellos que sabemos desde antes de empezarlo tan sólo a través de la sinopsis.

La inclusión de un protagonista que tiene el síndrome de Tourette en la historia me ha parecido un gran acierto, algo que no había visto hasta el momento en otras historias y se me ha hecho muy curioso, ya que es algo sobre lo que todos hemos oído hablar pero que en realidad no conocemos del todo, pero que a través de su historia vamos a ser capaces de ver cómo le afecta en su día a día. Además, el hecho de que haga taxonomías sobre todo me ha parecido que le aporta un toque original, divertido y fresco a la historia. ¡Estaba deseando el momento en que apareciese la siguiente!

Por otro lado, que la historia de amistad entre Spencer y Hope nos la narren a lo largo de diversos años me ha parecido un punto muy a su favor, con lo que llegamos a saber cómo van evolucionando sus personajes y su relación a medida que pasa el tiempo.

Sin embargo, y muy relacionado con esto último, está el hecho de que en ocasiones la historia pasa demasiado rápido ante tus ojos, contándonos únicamente algunos momentos en concreto que son de lo más interesantes y que son los que afectan a la relación entre ambos, pero que te da la sensación de que hay algo que se queda en el tintero, a medio contar. Personalmente, ha habido capítulos en los que debía plantearme qué momento de la historia estaba leyendo.

En cuanto a la prosa, uno de los aspectos que más me ha gustado es que se encuentra marrado en primera persona, pero cuando se nos quiere dar a conocer el punto de vista o la perspectiva de Hope, la autora lo hace a través de mensajes, mails o cartas. Además, también es de alabar el hecho de que Rachael Allen haya logrado mostrarnos una prosa tan diversa en la que somos capaces de seguir la evolución del protagonista con el paso del tiempo, empezando con una narrativa más infantil hasta una ya mucho más madura al final de la novela.

Por último, y muy ligado con lo que se ha mencionado ya anteriormente, está el hecho de que, como se pasa tan por encima de la historia en algunos momentos, hay muchos personajes secundarios que pasan desapercibidos y que se te hacen totalmente olvidables, ya que no terminan de resaltar del todo (aparecen en según qué escenas y no llegamos a saber qué sucede con ellos cuando desaparecen de la historia). Sin embargo, sí que me ha gustado mucho que tanto Spencer como Hope sean unos inadaptados a su manera, pero que terminen encontrando su espacio y a personas con las que ser parte de algo.

En definitiva, La taxonomía del amor de Rachael Allen es una historia que brilla en muchos de sus elementos, pero que en ocasiones termina por verse opacada por ciertos aspectos que no le permiten destacar tanto como podría haber sucedido.
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El romance a mi me encantó. No vamos a tener un romance inmediato. de hecho tarda mucho en llegar, hay que tener paciencia con ello. En cambio, vamos a ver una amistad entregada, quizá un primer amor naciente y sufrido, pero por sobre todo vamos a tener a dos chicos que se comprenden, se apoyan, se conocen y se rompen. Son tan humanos que es imposible no amarles, tomarles cariño e irte emocionando al ver como van creciendo y los corazones van reconociéndose. No es una obra lineal, pero no necesita giros brutales aunque hay uno que rompe esquemas. Para mi es cause que te lleva y te cuenta la historia de dos corazones que aguardan su tiempo de amar, siendo amigos, compañeros y algo más.
Rahel Allen es una sorpresa maravillosa en mi vida. Ha sabido ganarme con momentos graciosos, otros tan profundos y esos personajes tan reales y entrañables, que me sacó lagrimillas sin poderlo evitar, disfrutando de una gran lectura ¡Feliz lectura!
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La taxonomía del amor es una lectura interesante por el síndrome de Tourette de Spencer -el protagonista-, por los obstáculos a los que se tienen que enfrentar los personajes -tanto amorosos como no-, por la complejidad del amor que presenta y por la relación de amistad que se va desarrollando a lo largo de los años. Personalmente, me faltó romance, mayor complicidad entre los protagonistas, más taxonomías y la primera parte es mucho más interesante que la segunda, pero los personajes están muy bien caracterizados, Spencer sufre una evolución admirable y en general es un libro bastante entretenido y que engancha.

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