Sus ojos dilataron la frontalidad como si el mal hubiera roto algo entre nosotros, dejándonos abruptamente encadenados a una desoladora falta de ficción.
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Sus ojos dilataron la frontalidad como si el mal hubiera roto algo entre nosotros, dejándonos abruptamente encadenados a una desoladora falta de ficción.
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¿Con qué frase empieza esta novela?