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Aunque me saca mucho el cambio de dibujantes que se produce en el tomo, lo he disfrutado casi tanto como el primer número de la serie. La frescura se mantiene en este tomo, me encanta como se desarrolla el tema de la dimensión paralela. La relación entre Mal y Molly es realmente monísima y me encanta como se está desarrollando. Olé por la autora por hacer esa visibilización del colectivo LGBTI. También me ha gustado mucho las historias de terror que cuentan las leñadoras a la hoguera, el dibujo de algunas de ellas me encantó. Y las nuevas tramas que van introduciendo cada vez tienen más miga. Solo puedo decir que El campamento para chicas molonas de Miss Quinzella Thiskwin Penniquil Thistle Crumpet sigue molando mucho. |
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