Vida de Carlomagno

Durante todo su reinado, nada le importó mas que restablecer el antiguo prestigio de Roma, para lo que empleó todo su esfuerzo y dedicación, y defender y proteger la iglesia de San Pedro, además de ornarla y enriquecerla con sus propios bienes, por encima del resto de iglesias

Velaba tanto por la educación de sus hijos y de sus hijas que nunca cenaba en casa sin ellos, ni nunca se iba de viaje sin ellos. Los hijos iban cabalgando a su lado y las hijas le seguían detrás cerrando el cortejo y protegidas por unos cuantos escoltas dispuestos a tal efecto.

Lo cierto es que el poder de los francos siempre había inquietado a los romanos y a los griegos, como lo demuestra todavía ahora este proverbio griego: Si tienes a un franco como amigo, no lo tienes como vecino.

En esta guerra pereció toda la nobleza huna y su gloria se extinguió por completo; además, despojaron a los hunos de las riquezas y tesoros que habían acumulado durante largo tiempo. No se recuerda ninguna otra guerra en la que los francos se enriquecieran tanto y obtuvieran tamaña fortuna.

Durante todo este tiempo estallaron en distintos lugares tantas y tan grandes guerras contra los francos, y el rey las dirigió con tal habilidad, que, pensándolo bien, uno no sabe realmente qué cabe admirar más en él, su capacidad de resistencia o su buena suerte.

...los sajones, tras abandonar el culto a los demonios y sus ritos ancestrales, recibirían los sacramentos de la fe y la religión cristiana y se unirían a los francos formando con ellos un solo pueblo.