La novela fue publicada en 1801 y narra como la señora Stanhope, acostumbrada a casar a sus sobrinas con jóvenes ricos, decide enviar a Belinda, la última que le queda en edad de casarse, con Lady Delacour. Durante su estancia allí, Belinda asistirá a fiestas, conocerá a distintas personas y se integrará en una sociedad donde las apariencias y el éxito a veces no son lo que parecen. Belinda es una joven sencilla y bondadosa pero a la vez con carácter, que no dejará que ni su tía ni nadie tome ninguna decisión por ella. Ella quiere casarse por amor y ser feliz, y tendrá que elegir lo mejor acorde a su personalidad y aspiraciones en la vida. Y Lady Delacour es todo lo contrario, una mujer frívola, entrometida y con apariencia fuerte, pero que tal como descubrimos, también tiene su historia. Sin duda a pesar de que al principio es un personaje que no me gustaba, a medida que iba avanzando poco a poco la trama puedo decir que sin ella sería una historia a la que le faltaría algo. Es uno de los puntos fuertes de la novela y como personaje es fantástica. La trama principal del libro tiene a Belinda como protagonista, sin embargo la autora entremezcla varias subtramas de gran interés a lo largo de todas sus páginas, con algunos temas controvertidos y escandalosos para la época. Utiliza un lenguaje elaborado y detallado, pero muy comprensible en todo momento. Es una historia para deleitarse leyendo, para disfrutar con calma y apreciar cada una de las frases que tan bien nos muestran los aspectos importantes de la sociedad del momento. |