Nos encontramos con un libro de época, nada más y nada menos que publicado en 1801, uno de los precedentes e influencias de nuestra querida Jane Austen. Aunque el año de publicación nos puede echar un poco para atrás porque muchos lectores encuentran dificultades a leer libros con otro estilo y lenguaje, tengo que reconocer que las notas y aclaraciones que nos encontraremos a pie de página son maravillosas para que nadie se pierda. El estilo de la autora es de diez, con un lenguaje elegante que hace que te adentres a la perfección en la época que refleja. En ningún momento se llega a sentir que sea un lenguaje cargado o excesivo, por lo que propicia adentrarnos en la historia sin ningún problema. El hecho de que nos encontremos grandes párrafos de narración, entremezclados con diálogos adictivos y muy interesantes, hace que el ritmo sea muy pero que muy bueno y que no quieras parar de leer. En cuanto a la ambientación, otro diez porque representa a la perfección como se movía la sociedad de dicha época y, además, como era la moralidad y mentalidad que les representaba. A todo esto hay que sumarle las grandes descripciones que se hacen, lo que propicia que te puedas adentrar en la historia e imaginar a la perfección todo lo que se describe. En lo que respecta a la trama, tengo que decir que he amado la crítica social y moral que rodea toda la trama porque, a través de personajes como Belinda, nos encontraremos las grandes críticas sociales que quería hacer la autora y, además, el ensalzamiento de las virtudes que deberían reinar en nuestra sociedad. Si a todo esto le sumamos los personajes y la construcción tan perfecta que tienen, tengo que reconocer que ha sido una obra de diez y que recomiendo a todos los amantes de Jane Austen. |