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Crítica de Celia_0504


Celia_0504
07 September 2022
#RetoEdwardianspirit de la cuenta @victorianspiritsblog, premisa “Un Libro E.M. Forster”.

Primer acercamiento que hago a Forster, un autor a quien tenia muchas ganas. Quizás hubiera preferido iniciarme con él con “Regreso a Howard's End” o “Mauricie” , pero la gracia del reto es quitarme algunos de mis eternos pendientes, y en mi estantería solo tenia ese libro de este autor. Así que todo recto y adelante.

La novela empieza con la llegada de Lucy Honeychurch y su prima Charlotte Bartlett a Florencia, instalándose en una pensión plagada de compatriotas ingleses. El descontento de ambas mujeres con las vistas de los cuartos que han alquilado las llevaran a conocer a los Emerson, un padre y su hijo que no son muy populares entre el resto de huéspedes. Lucy y el joven George desarrollaran una atracción que se contrapone a todas las convenciones sociales en las que ella se ha criado, y que la obligarán a huir precipitadamente de Florencia. A su vuelta a Inglaterra, Lucy asumirá el rol que se espera de ella prometiéndose al mundano Cecil Vyse. Pero su pasado, sus propias dudas y deseos y una coincidencia imprevista no la dejaran aceptar su papel tranquilamente….

Seré sincera: me ha gustado bastante esta novela, y creo que tiene muchas cosas buenas que voy a ir comentando más adelante poco a poco. Pero, a la vez, hay algo en ella que me ha faltado. Me ha resultado una lectura muy fría en no pocas ocasiones, no he terminado de conectar con ella hasta prácticamente su final. Y creo que esto se debe a la forma de trabajar del propio Forster. A lo largo de toda la narración si ha habido algo que me ha descolocado es la impresión de que todo estaba demasiado bien medido, de que cada pieza encajaba en el todo que era la novela de una manera demasiado perfecta. Y para mi eso le ha restado puntos, ya que como lectora le ha quitado cualquier evocación a frescura, naturalidad u improvisación, elementos que creo que no hubieran desentonado nada con el tipo de historia que Forster nos propone aquí. La vida raramente es tan organizada o cuadriculada como lo que he percibido en este libro, y eso se nota en cuanto a que me ha costado muchas veces dejarme llevar por la trama y sus personajes.

En esto sospecho que también tiene mucho que ver la propia forma de narrar de Forster. Porque si algo ha conseguido “Una Habitación con Vistas” es sorprenderme. Y de forma muy grata en no pocas ocasiones. Me esperaba una novela más liviana de leer y con menos transformado o profundidad. Una historia romántica con una pizca de critica que se leyera de una sentada. En cambio me he encontrado con una forma de narrar que obliga al lector a ir lento, a pensar y repensar las líneas que tiene ante sus ojos. Porque el autor tiene una pluma tan increíblemente sutil y plagada de simbología, en la que cada frase tiene un significado más profundo y diferente de lo que parece a simple vista. A lo largo de toda la lectura me paso, en no pocas ocasiones, que algún comentario o frase me descolocaba porque no entendía su significado total. Tenia que seguir leyendo algunas frases más adelante para captar que es lo que quería decir exactamente y entender todo. Creo que esto hace que la lectura sea, cuanto menos, curiosa. Como he dicho antes, obliga a estar pendiente y puede hacer que te impliques en lo que se cuenta de una manera extraña y pocas veces visita. Pero por otro, también puede ralentizarla, tanta sutileza puede hacer que se pierda de vista lo que es la trama propiamente dicha, y hacer que todo sea bastante frio. A mi, en lo personal, me ha parecido una manera de narrar que llama la atención cuanto menos. Por toda la complejidad que oculta tras su aparente sencillez y el ritmo pausado e introspectivo que tiene priman durante las más de 230 páginas que tiene la novela.

Esta placidez en la escritura se da de la mano con una presentación inicial del entorno y de sus principales actores muy ágil en la que los pequeños detalles lo son todo. La primera parte, que tiene lugar en la ciudad de Florencia, me ha parecido magistralmente escrita de principio a fin, llena de lo que vulgarmente podríamos llamar salseo y con una ambientación de Florencia impecablemente realizada. La segunda parte, en la cual conocemos el hogar de Lucy en Inglaterra y su círculo social y familiar, es quizás más lenta y más sutil, más enfocada en lo que ocurre de manera interna y en la transformación y evolución de los personajes. En ella me pareció que todo iba más lento, y quizás por ello hubo escenas en las que me aburrí un poco. Como dije antes, no hay puntada sin hilo en esta obra. Las criticas hacia la sociedad Eduardiana del momento son una parte esencial de la novela, aparecen constantemente en la misma y son acidas y certeras como dardos. Forster representa nítidamente la forma de vivir y pensar de las clases altas de la Inglaterra del momento, sus escenas costumbristas representan como un cuadro como eran sus vidas y su ideología, lo férreo de sus convenciones y la forma tan implacable como estas moldean sus vidas. de hecho, muchas veces me ha quedado la impresión de que las escenas costumbristas eran tan excesivas y tan enfocadas en la ironía y la critica social, que hacían que el lector perdiera de vista otros aspectos argumentales de la novela. Hay amor en esta novela, se habla de eso y forma parte de su trasfondo, si. Pero lo acompañan muchas más cuestiones. Si hay algo que me ha sorprendido muy gratamente encontrarme en esta novela ha sido las críticas hacia el papel de la mujer dentro de la sociedad, la forma en que Forster defendía su derecho y su capacidad a ser libres y actuar como quisieran, a tener voz propia. Me han sorprendido tan gratamente porque me han parecido de una actualidad rabiosa. Muchos de los diálogos y las ideas en torno a esta cuestión son perfectamente aplicables al momento que vivimos hoy en día y no han perdido vigencia para nada. Y este aspecto tan reivindicativo y adelantado a su época es algo que no esperaba para nada encontrarme en esta novela, y que ha sido una de las cosas que más he disfrutado de la misma.

Forster se toma su tiempo para presentarnos el conflicto entorno al que pivota el argumento, y pone mucho el énfasis en la psicología de sus personajes. A nivel literario, esto me ha parecido uno de los aspectos que más me han gustado. Me ha parecido una maravilla como Forest va desarrollándolos de una forma lenta pero segura. Es que, incluso los caracteres más secundarios están desarrollados con todo lujo de detalles y un realismo psicológico increíble. Nos encontramos ante personajes que son profunda e inequívocamente humanos, con sus luces y sus sombras. Vamos conociéndoles de una manera paulatina, y eso ayuda a preciar mejor su complejidad y la manera en que las convenciones sociales han marcado, de una forma u otra, como actúan y como piensan, y, por ello,acaban por condicionar sus existencias. Si tuviera que señalar cuál es el núcleo emocional de esta novela, diría que sin duda alguna es la evolución de su protagonista, Lucy Honeychurch. Todo su paso por la obra puede definirse como una autentica y pura catarsis que acaba por purificarla de cualquier escrúpulo social y ayudándola a encontrar la felicidad. La evolución de Lucy está detallada a lo largo de toda la novela de una forma detalla y creíble, de manera con la que es fácil empatizar. Es una delicia ir viendo como la convencional y correcta jovencita va aprendiendo poco a poco a dejar atrás las ideas y prejuicios que la han ido atrapando desee su niñez, poco a poco, como una tela de araña. Una tela de la que va lentamente despojándose hasta encontrar su propia voz al aceptar sus deseos más íntimos como parte de ella. Mención especial para el personaje de su prima, Charlotte Bartlett. Es un personaje lleno de matices. al principio parece ser la típica solterona victoriana destinada a ser la antagonista de la historia, llena de prejuicios, victimista y pacata, formada por convenciones sobre convenciones. Pero cuando menos te lo esperas, la señorita Bartlett demuestra tener sus propias armas y una capacidad de persuasión que le confiere una capacidad de influir en los acontecimientos que nadie le hubiera otorgado en un principio. Y, al mismo tiempo, es un personaje con ideas propias, capaz de sorprender a los propios personajes y al lector cuando menos te lo esperas.

Para acabar, solo decir que con sus luces y sus sombras, aunque no vaya a ser la mejor lectura que he hecho a lo largo del año, “Una Habitación Con Vistas” ha logrado sorprenderme muy gratamente, y con eso me quedo. Quizás el final me haya dejado un poco fría porque me pareció un tanto exagerada y sin sentido la reacción de la mayoría de personajes a la decisión final de Lucy. Una idea típica de una hija del siglo XXI, pese a lo magníficamente que el autor nos transporta a la ideología de las clases altas de la Inglaterra de principios del XX. Pero aún así, creo que es una buena lectura. Es una novela que trata sobre el amor y el costumbrismo, si, pero también sobre la libertad, el crecimiento personal y la aceptación de uno mismo pese a lo que el resto del mundo dicte. Creo que hubiera disfrutado más esta obra si la hubiera leído en otro momento. Otro en el que no estuviera a las puerta de un parón lector y prácticamente no me obligase a leer lo poco que logro hacer cada día. Desde luego, el libro merece mucho la pena, aunque solo sea por lo modernas y adelantadas a su época que son muchas de las ideas que defiende. Espero poder leer mas trabajos de este autor, ya no solo porque les tenga echado el ojo de antes. También porque, a grandes rasgos, me ha dejado muy buen sabor de boca. Especialmente quiero hincarle el diente a los dos libros que mencione al principio.
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