La dama de las camelias

Una historia de amor dividida por el dinero y el prejuicio. Por una parte tenemos a un joven de nombre Armand, que vive como el promedio de los ciudadanos de Francia, y por el otro Marguerite, una cortesana acostumbrada a darse una vida de lujo gracias a sus continuas relaciones con duques que solventan su estilo de vivir.
El chico se enamora de la joven y, a pesar de la inseguridad del primero y la diferencia en el estilo de vida, el amor es correspondido, a tal punto de que la protagonista se encuentra en el dilema de renunciar a sus lujos para ser feliz con el hombre que ama.
Sin embargo, surgen factores externos (la moralidad de la sociedad) e individuales (como los constantes celos de Armand y la necesidad de Marguerite de continuar con su estilo de vida) que no permiten la consolidación completa de dicho amor, esta situación se convierte en el nudo de la historia.
Quiero destacar la forma en cómo Armand logra desnudar por completo el alma de Marguerite, quién un día se sentía incapaz de volverse loca por alguien y cuando menos se dio cuenta, su corazón ya tenía dueño por primera vez en su vida.
La historia provoca que al lector le sobresalten todos los sentimientos que provoca el amor, principalmente la ira, felicidad y tristeza. Sin embargo, se debe considerar que es una historia trágica, ya que desde el principio nos señalan que Marguerite ha muerto, por lo que no existe el “final feliz”.
En cuanto a la narrativa, esta es muy fluida, ya que está contada por el mismo Armand, quien asiste a una subasta y le ganan el libro de Marguerite, por lo que acude con él, se vuelven amigos y ahí toma el protagonismo.
Un libro que es un clásico, me ha gustado demasiado gracias a las escenas que te mantienen la mayor parte de las veces en vilo y con pocos momentos pesados y/o aburridos, además de las reflexiones del autor sobre el amor, la inseguridad y lo material.