La dama de las camelias

La dama de las camelias fue publicado en 1848 y está inspirado en sus propias vivencias, vinculadas al romance que compartió con Marie Duplessis, una cortesana parisina muy bien relacionada.
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En la obra, el narrador visita el lujoso piso de una mujer de dudosa reputación que acaba de fallecer, descubriendo que se trata de una hermosa conocida suya, cuyos bienes serán próximamente subastados para satisfacción de sus acreedores. Acude, pues, a la subasta, adquiriendo un libro, Manon Lescaut, con una particular dedicatoria, cuyo dueño acude a solicitar a su domicilio, iniciándose una curiosa amistad que derivará en la petición del enamorado Armando Duval, que es incapaz de olvidar a su amada Margarita Gautier, "la dama de las camelias", apodada así por su florista, dada su afición por acudir con un ramo de camelias a las funciones teatrales.
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Aunque la joven hubiera realizado el mayor acto de amor, este fue duramente castigado por un herido Duval, que convirtió sus últimos tiempos sobre la tierra en un infierno. Margarita muere sola, confesándose con el papel, detallando qué motivó el abandono al amado y haciéndose, así, aún más querida por él. No fue, sin embargo, tan idílica la relación llena de reproches y celos entre Duplessis y Dumas, quien la abandona, no tanto por su escasa fortuna o por los requerimientos de la dama, como por el miedo a que le contagiara la enfermedad que esta padecía. Por ello Dumas acude con su padre a España con motivo del enlace de Antonio de Orleans y la infanta Luisa Fernanda, que compartirían con Isabel II y Francisco de Asís, padres de la futura Reina Mercedes y de su Alfonso XII, los protagonistas de la que se ha convertido en la mayor historia de amor de nuestra monarquía. Tiempo después, el autor se enteraría de la muerte de Marie a través de un amigo, durante su estancia en Marsella, demostrando que la realidad pocas veces se encuentra a la altura de la ficción.
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