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Un grupo de amigos se reúnen en el taller de un pintor para conversar sobre temas triviales. Con el paso de las horas los temas se iban agotando hasta casi terminar en un silencio en el que sólo se percibía el temporal del exterior. Uno de los amigos preguntó a los otros dos si les gustaban las historias de fantasía, ya que les iba a relatar algo que le sucedió. Este es un relato corto al más puro estilo gótico clásico. La atmósfera que rodea a los personajes traspasa las páginas hasta casi sentirla yo misma. En apenas veinte páginas, Dumas nos relata una terrorífica historia que, aunque se sabe que es ficción y sería científicamente imposible que sucediera, me ha hecho reflexionar sobre el precio que puede tener nuestra alma y a cuánto ascendería su precio por la única razón de pasar una noche con la persona de la que nos hemos enamorado. Hasta donde me llega la memoria, creo que solo he leído una novela de este autor: el conde de Montecristo, y me gustó tanto que suele ser una de mis recomendaciones constantes. No tenía conocimiento de este relato y me ha resultado una grata sorpresa, ya que, exceptuando el final que no he terminado de entender (más o menos sí), deberíais leerlo siempre y cuando os guste este tipo de género literario. |
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