Luna 174

¿Nunca has sentido como si conocieses a alguien desde antes de nacer? ¿Nunca has mirado a una persona y has dicho: "Yo te he querido ya en otra vida"?

—Psicopercepción, Luna. La capacidad de percibir el alma de las personas.

«Estoy enamorada de ella. Llevo toda mi vida enamorada de ella, todas las versiones de mí misma se han enamorado de todas las versiones de Gaia, y eso es lo único que sé».

»Esto no es ninguna broma, señorita Hatton. Necesitamos que venga dentro de una semana al número 19 de la calle Bennett, planta 20. Allí se lo explicaremos detalladamente, pero, hasta ese momento, estamos obligados a permanecer en silencio por una cuestión de seguridad. Si se presenta, recibirá otros cinco mil dólares en efectivo, aunque después de nuestra oferta podemos asegurarle que no le harán falta. Tiene algo que puede ayudar a este mundo, Luna. Nosotros tan solo queremos aprovecharlo.

Me llamo Luna Hatton. Tengo veinte años. Nací en Dalywood, al norte de Australia, y acabé trabajando para los Wheeler en la cafetería Mariana de la plaza Nitmiluk.
Me llamo Luna Hatton y desde pequeña puedo percibir el color del alma de las personas.

Creo que la magia de las estrellas está en el contraste. Es decir, si todo fuese luz, entonces no existirían. O existirían como las cosas que existen a medias, sin nadie que las mire. Hay algo que las estrellas le deben a la nada, pero con esto no quiero negar el atractivo que puede tener una enorme masa de gases.

Gaia Wheeler era una estrella dentro de la Tierra.