Una habitación en la luna

Esta es la segunda novela que leo de Ana Draghia, y sin duda se ha convertido en una de las autoras que me gustaría continuar leyendo y descubriendo.

Una habitación en la Luna es una preciosa historia New adult llena de sentimientos y emociones, que muestra la vida tal y como es: con crudeza, con amor y con decepción y traición.

En esta novela, vamos a acompañar a Olivia en su viaje por reencontrarse a sí misma tras el fallecimiento de su madre.
Veremos cómo sus recuerdos, dolorosos al principio, van mostrándonos cómo ha sufrido la enfermedad de su madre, la ausencia de su padre y cómo esa buhardilla, transformada en la habitación en la Luna, será una vía de escape para ella.

Los personajes de esta novela están muy bien construidos y son complejos.

El hecho de que haya pocos personajes ayuda, ya que la historia se centra en Olivia y en aquellos que la acompañan en este duelo.

Olivia es una joven que acaba de cumplir dieciocho años, y se enfrenta a una vida en soledad. Una soledad que ella ha aceptado al alejarse de sus amigos por estar pendiente de su madre.

Pero Joanne Lee, madre de Olivia, ya se había encargado de todo estando aún convaleciente, asegurándose de que su hija estuviera acompañada por Jaime, su amigo de la infancia y el primer chico que le gustó en su adolescencia.

Jaime se convertirá en el compañero ideal para Olivia, pese a los rechazos de ésta. No termina de sentirse cómoda ya que ambos se distanciaron en el pasado.

Jaime y Olivia tendrán que aprender a entenderse de nuevo, en un tira y afloja constante, con sentimientos encontrados y un verdadero cariño entre ambos.

Y, si Jaime y Olivia son los personajes más mencionados, hay otros dos que resultan imprescindibles en esta historia: Peter y Martha.

Peter, vecino de Olivia, ha sido su amor platónico desde que lo vio aparecer por primera vez.
Se trata de un joven atractivo pero extraño, y Olivia se siente cada vez más fascinada por él.

Peter y Olivia comenzarán a acercarse tras la muerte de Joanne Lee, y él será quien, inconscientemente, muestre a Olivia cómo puede salir adelante y cómo se puede amar de diferentes formas a más de una persona.

Martha ha sido la mejor amiga de Olivia desde que eran pequeñas. Sin embargo, ahora se han convertido en enemigas que solo saben causarse dolor.

Olivia tendrá que aprender la importancia de hablar sobre aquello que nos duele, a perdonar y a empatizar más con los demás, si quiere recuperar esa amistad que, cada día que pasa, parece más insalvable.

He mencionado a los personajes más importantes, pero hay muchos más: Ian, Dan, Falak... Todos ellos aportando su granito de arena a la historia y a Olivia. Todos ellos mostrando las diferentes perspectivas de la vida. Todos importantes a su manera.

Una habitación en la Luna es una novela para leer con calma, dejándose llevar.
Es una historia que, aunque resulta interesante y quieras seguir sabiendo cuál es el siguiente paso de su protagonista, conviene leer pausado y permitir que nos acompañe durante más tiempo.

Sin duda, agradezco que me recomendasen esta novela y haberle dado una oportunidad. Por tanto, me sumo a recomendarla a aquellos que amen la narrativa y las historias repletas de emociones y sentimientos.

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