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Misha y Ryen son amigos por carta debido a un error de sus profesores de instituto. Poco a poco se van conociendo, hasta que no saben vivir el uno sin la otra. Este libro me ha enganchado desde el primer momento, pero también ha sido creepy de principio a fin. Puede que Ryen me haya gustado un poco porque se ve en la obligación de fingir para encajar y, aunque no es sano, creo que refleja muchas realidades de la época del instituto. Sin embargo, se obsesiona otro nivel con Misha, es exagerado. ¿Que también puede ser realista? Sí, pero visto desde fuera da bastante cringe. Hablemos de Misha. Mi opinión se puede resumir en la palabra ASCO. Es mentiroso, manipulador, posesivo y machista. Hay gente que es capaz de separar realidad y ficción y disfrutar de personajes así, pero yo no he podido y lo he pasado fatal. Si algo me ha mantenido leyendo ha sido el misterio. Hay cositas que me han generado mucha intriga, y he necesitado saber la respuesta. Aun así, ni siquiera he sido capaz de terminarlo; esas cosas tan tóxicas han hecho que pase mucho tiempo entre una vez y la siguiente que cogía el libro, hasta el punto de que he perdido el interés. No descarto para nada terminarlo, ya que me da mucha curiosidad ver el desenlace, pero ahora mismo no es el momento de hacerlo. Aunque no lo haya terminado, lo recomiendo porque engancha mucho, pero siempre sabiendo que las cosas que hay no son amor, sino que es una lectura tóxica. Los personajes están bien construidos (creo que el que te provoquen algún sentimiento es algo bueno, aunque el sentimiento sea de rechazo), y por eso merece la pena. |
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