Una novela que mantiene la tensión e intriga por la forma que tiene el autor de dar información en pequeñas dosis y, al estar alternada, ir despejando incógnitas a medida que Laura se las desvela al psiquiatra. de algún modo, el lector es ese personaje, esperando a que ella narre lo sucedido mientras el jefe de policía aparece a veces actualizando sobre la situación de los desaparecidos. A parte de ellos, no es un libro con muchos personajes. La historia tiene como mensaje una denuncia a la violencia que sufren algunos niños, al mundo que estamos dejando. Sin embargo, aunque no se hace para nada pesada, a medida que avanzas se hace previsible. |