Fabricante de lágrimas

Tres estrellas muy raspadas, no le doy dos porque realmente me ha entretenido y me ha enganchado bastante tratando de saber qué había detrás de los secretos y las cosas que no cuadraban, pero hay muchas cosas que no me han gustado en esta lectura.

Me he sentido un poco engañada con la lectura porque leí que algunos la categorizaban como fantasía y debido al título y cómo comienza la novela (el cuento del fabricante de lágrimas) pensé que habría "algo más"... pero no. Así que te aviso, no hay nada de fantasía. Los cuentos forman una parte importante de la narración, sobre todo cómo influencian en la vida de los niños y cómo una historia puede formar parte de tu vida entrelazándose en sus diferentes significados, PERO no es una historia de fantasía.

Se vende como "dark romance" y en realidad debería ser más un enemies-to-lovers de esos que se llevan ahora que a mí no me terminan de convencer.

La forma en que está escrito no me ha convencido. Se narra a dos voces: en primera habla Nica que es la verdadera protagonista y de vez en cuando podemos echar un vistazo a Rigel en tercera persona. Siento que este cambio de primera a tercera deshumaniza a Rigel, que ya de por sí es un personaje muy lejano e inaccesible. Creo que haber mantenido la primera persona para ambos habría sido mejor. Aun así, podemos echar un ojo a los sentimientos, pensamientos y sensaciones de Rigel... pero es un narrador poco fiable que esconde muchas cosas. Cierto es que queda muy "propio" de su personalidad, pero ayuda poco a empatizar y comprender... nos sentimos un poco como Nica en ese aspecto.

Después del primer tercio de lectura me quedó tremendamente claro cómo era físicamente Rigel, lo guapísimo, enigmático, misterioso, blablabla... y de Nica sabía que tenía ojos claros, a pesar de ser la protagonista. No es hasta más adelante que sabemos que tiene el pelo castaño y que es delgada, poco más. No me molesta tanto tener pocos detalles físicos de un personaje (puedo imaginar), como la clara diferencia que se establece entre ambos. Además, me parece fantástico que se describa al personaje masculino... que se repita de vez en cuando algún detalle característico... pero es que casi cada vez que aparece o piensa en él se le describe con todo detalle con las mismas palabras o muy parecidas.

A la historia le sobran páginas y escenas, hay mucho por recortar porque se hace pesada y larga. Podría empezar por ser menos repetitiva con Rigel y luego redondear algunos giros que tratan de ser dramáticos, pero se deja por el camino.

Algo positivo es que para hablar de abuso infantil (lo dice en los avisos iniciales, no es un súper spoiler) no da detalles que te hagan sentir incómoda, mientras que es suficientemente narrativo sobre los pensamientos, miedos y consecuencias psicológicas para que conozcas la gravedad de los hechos.

Los protagonistas son excesivamente estereotípicos: ella es la inocente luz de la vida, él la oscuridad violenta. Estoy cansada de las historias de amor en las que ella tiene que contener la violencia del otro y enseñarle que la vida es bonita y hay que sonreír... así que no ha supuesto para mí algo original a la hora de enfrentar la lectura.

Quizás a la yo de 15 años le habría encantado esta novela, pero a estas alturas estoy un poco de vuelta con estas historias. Se puede disfrutar y entiendo que pueda llegar al corazón de muchas personas porque tiene cosas muy bonitas y la forma en que escribe la autora, aunque me resulta algo formal, sobre todo para juvenil, es bastante metafórica y agradable.

Si te gustan los romances adolescentes con algo de drama y gente que supera las adversidades que se le van presentando con un final feliz, entonces esta novela es para ti.