Por donde entra la luz

Esta novela está ambientada en la ciudad de Nueva York a finales del XIX. Se podría decir que es un libro histórico con tintes de novela de crímenes e investigación policial y de aventuras y, un toque feminista ya que las protagonistas luchan por ser aceptadas en un mundo predominantemente machista. También es una historia que nos muestra sentimientos de amistad, amor y unión familiar.

Tiene como protagonistas a dos primas, Anna y Sophie Savard,  ambas médicas. Son decididas, muy inteligentes y valientes. Adelantadas a su tiempo, luchan contra el sentimiento de sentirse prejuzgadas, contra los perjuicios por su género o por el color de su piel. A lo largo de la lectura veremos cómo, pese a moverse en un mundo de hombres y tener que demostrar constantemente su valía en su profesión, cada vez son más valoradas y respetadas.
En esta segunda parte, mientras la relación entre Jack y Anna se va consolidando con el día a día, Sophie, tras la muerte de su marido Cap, regresa a la ciudad donde colea aun la investigación del caso de los asesinatos de las multíparas, que en el anterior libro no termina de resolverse.

De nuevo se producen varias desapariciones y otros asesinatos en extrañas circunstancias que parece tener conexión con este caso aunque no logran hallar pruebas.

A través de sus páginas vamos descubriendo por dónde irán su vida,  como todos se adaptan a las leyes y a las normas impuestas, como afrontan momentos duros de perdida, sus nuevos proyectos…y a la vez,  vamos desgranando la investigación para descubrir quién está detrás de los nuevos sucesos.

Nuestras protagonistas comparten protagonismo con Jack, el detective y marido de Anna, Óscar, su compañero y la estudiante de medicina Elise Mercier que se revela como una persona de gran perspicacia e inteligencia llegando a adelantarse en algunos momentos a la investigación.

El estilo de la autora es muy fluido y sencillo, tanto que sus más de 700 pág. vuelan entre tus manos, haciendo que sea una lectura amena, en la que somos testigos de cómo se va desarrollando la ciudad de Nueva York mientras nos mantenemos enganchados a la trama.

La labor de documentación y la ambientación es fantástica, fiel reflejo de la sociedad neoyorquina de la época. Las descripciones detalladas que entrelazan ficción y algún acontecimiento histórico no hacen sino sumergirnos más aún en la lectura. La autora logra que como lectores nos situemos em la época y en la ciudad, casi parece que somos nosotros los que transitamos por esa calles de la ciudad.

Aunque es una segunda parte, y la investigación viene del primer libro “la edad Dorada”,  podemos leerla sin problemas, aunque si es cierto que nos faltarán algunos datos, pero pronto nos metemos en situación y en este libro sí que queda perfectamente cerrada.

Lo que más me ha gustado de los personajes es la gran humanidad que demuestran. Nuestras dos protagonistas sólo albergan buenos sentimientos hacia los demás. No juzgan por muy atroces que sean los hechos,  al contrario son comprensivas y sienten gran empatía.

Una novela de ficción histórica con toques de intriga policial, que encierra una historia familiar emotiva, de superación y de seguir adelante pese a las circunstancias que te toque vivir.
Una historia de varias generaciones de mujeres que se apoyan y ayudan desde el respeto y el cariño.