Ingredientes de este festín: Pluma sencilla. Profundidad narrativa. Canto al arte. Amor al prójimo. Menos es más y ese ha sido el mensaje de esta obra. Con tan poquito y narrada de una manera plana, Isak Dinesen abre los ojos al lector enseñando con humildad la importancia de saber comprender y no juzgar las posiciones de los demás. Ya veis que breve es este cuento, idóneo para leer en un ratito, de esos que se quedan tallados con pinceladas de solidaridad y afecto en nuestra retentiva. Un auténtico manjar literario de la literatura nórdica. ¿Lo habéis leído o visto la película? |