Cuento de Navidad

"Los afanes de los hombres apuntan a determinados objetivos que habrán de alcanzar, si son perseverantes...Pero si eligen otra senda, distinto será el final."

Cuentan que una frutera del mercado de Londres, al conocerse la muerte de Dickens, exclamó: "¿Ha muerto Dickens? Entonces, ¿morirá también Papá Noel?" Ciertamente, una navidad sin Dickens sería una navidad sin Papá Noel, ya que su mensaje de esperanza ha trascendido a lo largo de la historia. Un mensaje maduro que nos dice que nunca es tarde para redimirse y ser mejor persona.

Su Cuento de Navidad es una de las obras más representadas, reinventadas, reinterpretadas en todos los medios: audiovisuales, radiofónicos, teatro... y, como no, leído al albergue de una hoguera en nochebuena. Construye a la perfección una historia de redención personal mezclando, tan bien como sabía, la fantasía y la realidad a través de matices siniestros como las apariciones fantasmales y la muerte.

Dickens muestra el egoísmo y la avaricia personalizándolos en el viejo Scrooge, jugando con la perspectiva del pasado, presente y futuro proponiendo elementos de la novela gótica con la muerte muy presente, pero, sobre todo, con la soledad como elemento se transmisión. Aunque se conozca la historia, merece la pena leerlo el formidable texto de Dickens, se encuentran pequeñas perlas narrativas que invitan a la reflexión.

Pocos artistas han logrado captar y transmitir el espíritu de las fiestas navideñas con la fuerza y el talento con que nos lo ofrece el gran escritor inglés. Cuento de Navidad es un relato imperecedero, el compendio del estilo dickensiano, marcado por el realismo, la recreación de los sentimientos y el hálito poético de sus descripciones. El clásico navideño.