Cuento de Navidad

Quien no conoce al sr Scrooge? El viejo avaro a quien le visitan el fantasma de su antiguo socio así como 3 fantasmas, venidos del más allá para darle (y darnos) 3 valiosas lecciones.

Pero quizá lo que no conocemos son el resto de cuentos que componen esta antología.

Tras el éxito que obtuvo Dickens con la publicación de Canción de Navidad, el público esperaba, las navidades sucesivas, la publicación de más cuentos de navidad, que si bien en su momento tuvieron bastante éxito, han quedado en la actualidad eclipsados por nuestro maravilloso Sr Scrooge y sus fantasmas.

Entre ellos tenemos Las Campanas, ambientado esta vez en Nochevieja, donde encontramos a Toby Veck, Trotty, el recadero municipal, un hombre pobre que, mientras espera que le pidan sus servicios, vemos que siente adoración por las antiguas campanas de la iglesia, creyendo que a veces éstas le llaman, sobretodo cuando las cosas van mal, dándole ánimos y diciendole que todo pasará, haciendo oídos sordos además a aquellos que creen q las campanas están embrujadas.

Otro de los cuentos presentes, El Grillo del Hogar, una especie de cuento de hadas sobre la casa familiar y la familia, donde nos cuenta la historia de la familia Peerybingle, y el grillo que canta en su hogar, garantía de felicidad. Los hechos en este caso ocurren a finales de enero, cuando está a punto de celebrarse el primer aniversario de la joven Mary y su marido John, bastante mayor que ella y una noche él llega acompañado de un extraño viejo.

El hilo conductor del que hace uso el autor es el elemento sobrenatural, elemento que le daba buenos resultados y que va repitiendo en sus cuentos, ya que le parecía un elemento indispensable para las fiestas de Navidad, igual que el hacer alusión a la familia, el perdón, el amor. En algunos, podemos incluso tener crítica social, como en Las Campanas, pero no es algo que repita.

Si bien la prosa de Dickens es exquisita y Canción de Navidad me pareció sublime, los demás me costó más leerlos. Quizá porque da muchísimas vueltas a las cosas y la manera de contarnos los cuentos roza el ser demasiado ñoños. Aunque vistos en el tiempo son buenos cuentos, si tratáis de leerlos del tirón se pueden hacer algo pesados (os lo digo por experiencia). Aún así.... animaos a leer sus cuentos, o a releer al menos la visita de los fantasmas a mi querido Sr Scrooge en Navidad.