El hombre en el castillo

‼️OJO‼️
⚠️CONTIENE ALGUN SPOILER ⚠️

Una ucronía dentro de otra ucronía y un final que al principio me ha dejado un poco parada, buscando la continuación en una página que nunca se escribió, pero pensando, creo que he conseguido entender la última escena o tal vez solo sea una ilusión.

El libro arranca en un mundo alternativo: Estados Unidos no participó en la IIGM, la guerra la perdieron los aliados y Alemania y Japón ganaron la guerra repartiéndose el mundo. Estados Unidos acaba dividida en tres zonas: la costa este bajo el control de Alemania, la costa oeste bajo el control de Japón y la zona de las Montañas Rocosas se mantiene como una zona neutral. El libro está publicado en 1962 y la acción transcurre en los años 60, quince años después de finalizar la guerra.

Bajo este contexto, se nos va presentando a una serie de personajes que representan ciertos valores y nos van mostrando esa sociedad alternativa a través de sus vidas, relatadas de forma alterna y dotando de cierto dinamismo a la lectura del libro. Parece un libro fácil de leer hasta llegar a cierto punto, pero no te engañes, es bastante más complejo.

La mayoría de estos personajes viven en San Francisco, dentro de la zona controlada por Japón. A los japoneses, ciudadanos de primer nivel, se les presenta como una sociedad clasista. Los norteamericanos, asumen su condición de vencidos e intentan adoptar la cultura de los vencedores. Pero a su vez los japoneses están fascinados por el modo de vida americano y están como locos por las "antigüedades" americanas: baratijas, objetos cotidianos como chapas o revólveres. Y aunque la acción no se desarrolle en la zona controlada por Alemania, conoceremos las "proezas" realizadas de boca de los personajes, como conquistar/aniquilar África en 15 años y desecar el Mediterráneo en su afán de extender el imperio. También son los alemanes los que controlan la tecnología y los nuevos avances. Es curioso, pero Philip K. Dick deja mucho mejor parados a los japoneses que a los alemanes.

Robert Childan, tiene una tienda de "antigüedades", y llega un momento en que tiene que elegir entre enriquecerse o mantener su dignidad/integridad.

Nobusuke Tagomi es un alto funcionario japonés, que en gran parte representa la espiritualidad y en cierto punto la moralidad.

Frank Frink es un judío que trabajaba en una empresa hasta que se ve obligado a montar un taller de joyería, creando las primeras piezas originales tras la guerra

Juliana Crain, la ex mujer de Frink, vive en la zona neutral de las Montañas Rocosas donde gozan de cierta libertad. Se nos presenta como una mujer con algún trauma, dependiente de los hombres y un tanto inestable. Conoce a Joe, un supuesto camionero que está leyendo el libro "La langosta se ha posado", libro prohibido por los alemanes, escrito por "El hombre en el castillo" que da título a la novela y aquí empieza la "fiesta".

El libro "La langosta se ha posado" relata otro mundo alternativo donde los aliados han ganado la guerra. Pero no te confundas, no es el mundo real. Estados Unidos vence a los japoneses y los ingleses a los alemanes. Los grandes avances tecnológicos americanos casi nos llevan a pensar en una utopía.

Tres realidades conviven en tu cabeza, la primera ucronía y su trama, la nueva ucronía que se entremezcla mediante pasajes del libro "La langosta se ha posado" que van leyendo y "nuestra" realidad, la historia que creemos conocer.

Curioso que sea Juliana, presentada como una mujer en cierto sentido un tanto transtornada e inestable, la que se enfrente al hombre en el castillo y sea capaz de sacar la verdad sobre ese libro. ¿Será Juliana una mente privilegiada y/o una lectora empedernida que ha sido capaz de terminar y entender el libro? Pero yo me planteo si en esa escena final, Juliana está viendo algo más. Algo que creo que Tagomi en algún momento también pudo percibir: "nuestra realidad". O tal vez solo sea otro mundo alternativo.

Valoración: 7/10
Lectura: abril 2021