Las otras niñas

“Lo que tenía claro era que esa vez iba a hacerlo bien, sin dejar ninguna pista que pudiera llevar a la policía hasta él, y para ello necesitaba vigilar a la niña y descubrir en qué momento era más vulnerable” ~ Las otras niñas de Santiago Díaz.

Me encanta como escribe Santiago y las tramas que urde pero la historia de Las otras niñas no me ha llegado como esperaba. Para mi no ha sido de wow. ¿Es posible que me haya afectado el personaje elegido? Sí, para qué negarlo. Me ha resultado incómodo y no me ha aportado nada. Hubiese disfrutado más la historia si no tuviese que enfrentarme todo el rato a la lectura de ese nombre que en un momento de mi vida me causó escalofríos. Tampoco es lo único que me ha fallado en esta historia. Lo han hecho otros aspectos que no voy a desvelar en público para no hacer espoiler.

No hay que olvidar que los mejores libros son los que no nos dejan indiferentes y que están precisamente para hacernos sentir aunque a veces los sentimientos sean incómodos. Por eso quiero destacar la denuncia que Santiago plantea sobre cómo actuaríamos ante la prescripción de ciertos crímenes y el retorno de sus culpables.

Eso sí, me hubiese gustado una denuncia más férrea de la dura realidad a la que se enfrentan muchas familias que se ven en esta situación y han de compartir el día a día, las calles, y la vida en si con los presuntos culpables. Y me hubiese encantado un epílogo con cifras, las reales, y que ahí se mencionase el caso porque no deja de ser una ficción que podría convertirse en realidad con las heridas muy abiertas como lo demuestra el hecho de que haya resultado incómodo el tema.

Seguiré leyendo a Santiago, a Indira y a sus secuaces porque me gusta el autor y los personajes creados, aunque esta historia no me haya entusiasmado. Y que nadie se quite las ganas de leer este libro por mi opinión. Lo mejor, leed y valorad y luego si eso, debatimos, como lo hice yo con mis compañeras etiquetadas porque las diferentes visiones son enriquecedoras.