Las otras niñas

Inspectora Indira Ramos 02

Un libro arriesgado que pudiera despertar cierta polémica, cuya lectura resulta adictiva.

El libro arranca en 2019, breves apuntes a la situación personal de la inspectora Indira Ramos para que podamos situarnos y un recordatorio de las primeras noticias de esta pandemia, cuando pensábamos que era "cosa de chinos" y se iba a quedar allí. ¡Ojalá hubiera sido así!. La novela pega un salto temporal y traslada la acción a diciembre 2022, una fecha futura donde no hay ninguna mención del "bicho", vuelta a la normalidad. ¡Ojalá sea así!

Indira se ha pillado una excedencia de tres año y durante este periodo Iván Moreno ha ascendido a inspector y se ha hecho cargo del equipo. No será la única sorpresa y tendrán que aprender a compartir. La trama personal sigue teniendo su peso y alguna sonrisa me ha despertado.

Un nuevo caso aparece en escena. El cajero de una gasolinera es asesinado y al analizar las huellas encuentran una coincidencia con alguien que no se espera nadie y la primera, yo. Un asesino de un caso muy mediático, que conmocionó a la opinión pública. Un caso que se ha quedado grabado en mi memoria, por la cercanía -ocurrió en mi tierra-, porque nos fue metido en vena por nuestros padres -además de los medios de comunicación- para prevenirnos de posibles peligros, por la crueldad que acabó con esas inocentes vidas, por tantas cosas... Se ha publicado algún libro sobre el caso, que no he querido leer y me lo encuentro aquí. Me quedé alucinada, volví a leer el nombre, pensé en el dolor de las familias y aún así decidí continuar su lectura. No me arrepiento, he disfrutado la lectura, pero entiendo que más de uno llegado ese punto se plantee abandonar el libro.

Este asesino es rápidamente apresado, pero nuestros agentes se encuentran con un problema: el delito se cometió en 1992, han pasado 30 años y según nuestra legislación, ha prescrito. Solo queda una salida para intentar hacer algo de justicia: buscar si ha cometido algún otro crimen por el que pueda ser juzgado.

A partir de este punto, se intercala una investigación policial a contrarreloj, por el poco tiempo disponible antes de que sea puesto en libertad, con la narración ficcionada de lo que ha estado haciendo este delincuente durante todo este tiempo. Comienza por el delito, como se desarrollaron los hechos indicando el nombre y apellidos de todos los conocidos implicados: las víctimas, los implicados y la familia del principal imputado, para que no haya duda. No se recrea con los hechos, cosa que se agradece. Partiendo de esos datos continúa con la trayectoria de huída del asesino y aquí, en algún momento se explaya un poco más, aunque tampoco mucho. En la realidad, el asesino violador nunca ha sido arrestado, desconozco hasta qué punto son ciertos o hay evidencias de que ha ido pasando por los distintos países. Dentro de la ficción, llega un momento en la trama del libro que el asesino ha vuelto a España, un punto de ruptura con la realidad conocida, ¿estamos en una ucronía dentro de un thriller? ¿Sería posible posible encerrar entre rejas a ese individuo y que cumpla la condena? ¿Una forma de hacer justicia a sus víctimas? No lo tienen tan fácil nuestros agentes.

Es una lectura de capítulos muy cortos que se convierte en adictiva. No puedes soltar un libro, no muy largo, que se lee en dos sentadas. Vas pasando de un escenario a otro mientras la vida personal de Indira y su equipo continúa. Indira, se plantea un dilema -las conversaciones con su psicólogo son únicas-, su decisión nos sorprende, pero tal vez nos encontremos con una sorpresa en el siguiente libro. Además, una subtrama de un nuevo caso afecta directamente a algún miembro del equipo y tendrá consecuencias presentes y futuras.

Un tema recurrente en el libro: la familia y los hijos, tanto en la vida personal de Indira, como en la subtrama y en especial, en la trama principal con esas tres hijas que fueron asesinadas en 1992.


Le he dado varias vueltas a qué puntuación darle a este libro. Descubrir que se basaba en ese caso, me dejó en shock, me hizo pensar en las víctimas y sus familias. No era un caso de ficción o un caso lejano donde pudieras poner distancia. No es una novela histórica o de investigación propiamente dicha. Es un caso real, a partir del cual ha creado una ficción. No es el primer libro que se escribe o se inspira en alguno de los grandes asesinos de la historia. La diferencia es que este lo sentimos como un caso cercano. Pero también he visto una crítica al sistema legal -que establece la fecha de caducidad de un delito- y al sistema judicial de este país -uno de los juzgados no tramita el exhorto a tiempo-. Las leyes, los plazos, los medios que tienen los jueces y juzgados, es un tema que da para reflexionar.

Por todo ello, creo que es una de las puntuaciones que más he reflexionado y al final me he guiado por lo que me ha transmitido el libro. He sentido en sus páginas la búsqueda por lograr esa justicia, he sentido el valor que se da a los hijos y tengo que reconocer que he disfrutado con su lectura. Por tanto, siendo honesta,

Valoración: 9/10
Lectura: enero 2022