Una verdadera pasada y un broche perfecto a una trilogía increíble. Regresa Santiago Díaz Cortés con Indira Ramos, la peculiar inspectora de policía protagonista de sus novelas anteriores. En esta ocasión, conocemos a nuevos personajes en una historia cada vez más frenética que mezcla diferentes tramas. El resultado: no puedes soltar el libro ni para comer. El libro es adictivo desde el primer capítulo y los giros de la trama consiguen dejarte constantemente boquiabierto. Pero sin duda, el final es lo mejor de la historia, porque ha conseguido dejarme sin palabras después de tenerme todo el libro en tensión. Un final perfecto para una trilogía maravillosa. |