Adictivo de principio a fin. Un thriller perfecto. Narrado en tercera persona, el autor controla con genialidad los tiempos, contando a su debido tiempo todo lo que le interesa que el lector sepa, por lo que este, “inocente”, creyendo que lo sabe todo, llega al final con la boca abierta pensando en la jugada maestra a la que “El buen padre” le ha sometido. Una trama que fluye acrecentando el interés a medida que avanza, perfectamente hilada, con buenos giros, vidas unidas y no de la mejor manera, e Indira, una inspectora con TOC que nos regala escenas tiernas y divertidas y un final perfecto. Recomendadísimo. Hay que leerlo. |