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“Si antes del lunes que viene a las tres de la tarde no han detenido a los verdaderos asesinos de mi nuera y se ha tramitado la orden de puesta en libertad de mi hijo, les diré dónde encontrar el cadáver de uno de los secuestrados, y lo mismo sucederá cada siete días. Si pasadas tres semanas Gonzalo sigue en la cárcel, no quedará vivo ninguno de ellos.” ~ El buen padre de Santiago Díaz. Gonzalo Fonseca lleva un año en la cárcel por haber sido declarado culpable de haber asesinado a su mujer. Ahora, su padre, Ramón, ha decidido ponerse manos a la obra para demostrar la inocencia de su hijo y está dispuesto a utilizar métodos poco convencionales para implicar en su gesta a la inspectora Indira Ramos. ¿Por qué a ella? Porque ha demostrado ser una de las pocas investigadores dispuestas a enfrentrarse a sus propios compañeros en honor a la verdad y lo que Ramón Fonseca quiere sacar a la luz es esa verdad que, dice, ha quedado oculta tras un telón de pruebas manipuladas. Decir que El buen padre se lee casi de un tirón es quedarse corto. La historia atrapa desde la primera página y, a pesar de que me ha resultado predecible –es lo malo que tiene leer tanta novela policíaca–, me he entretenido y me lo he pasado pipa. Me ha gustado mucho como Santiago Díaz ha ido intercalando las historias de los personajes, en presente y en pasado, sin necesidad de informar en cada capítulo dónde y con quién te encuentras. Y es que además, como los capítulos son hiper cortos no te da tiempo a olvidarte de las situaciones de los distintos personajes. El personaje de Indira me ha encantado, no le cambiaría ni un pelo. Espero que siga en otras entregas porque es un personaje de 10, con una personalidad y una ironía que me ha cautivado. Y nada mejor que acabar el libro comentándolo con el autor que es un amor de persona. |
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